Las proteínas y la sangre. Otras funciones

Analizaremos:

Las proteínas. Su origen vegetal
Su cantidad en el organismo
Las proteínas y la sangre
Otras funciones
Las proteínas y su interacción con el organismo
Las proteínas y su aporte de energía en caso de necesidad


Las proteínas. Su origen vegetal

Las proteínas son sustancias orgánicas que, aunque originadas en los vegetales, como consecuencias del proceso fotosintético, constituyen las estructuras fundamentales de los animales y del cuerpo humano. La producción de proteínas en las plantas tiene lugar a partir del nitrógeno contenido en el suelo y el anhídrido carbónico y el vapor de agua contenidos en la atmósfera, o bien, en algunas excepciones, partiendo del nitrógeno contenido en el aire. Las plantas son, pues, la fábrica básica de las proteínas, mientras que los animales solo son las unidades transformadoras de dichas proteínas vegetales en animales. 

Su cantidad en el organismo

La proteína es, después del agua, el elemento más abundante en nuestro cuerpo, de forma que si eliminásemos completamente el agua que existe en nuestro organismo, el 50 % aproximadamente del peso restante sería proteína, de la cual casi la mitad está contenida en los músculos, una quinta parte en los huesos y cartílagos y el resto en la piel y en los demás tejidos y fluidos corporales. Solamente la bilis y la orina no contienen normalmente proteínas. 

Las proteínas y la sangre

La sangre es uno de los fluidos corporales que contiene mayor variedad de proteínas, destacando entre ellas la hemoglobina, compuesto heterogéneo cuya molécula está formada en un 95% de proteínas. Esta sustancia tiene por misión servir de vehículo del oxígeno entre los pulmones y los tejidos, devolviendo así mismo a los primero el anhídrido carbónico que producen los segundos. El restante 5% de la molécula de hemoglobina lo constituye el hierro, elemento fundamental de la hemoglobina, que brinda a ésta sus principales propiedades. Otras proteínas de la sangre tienen por misión la de actuar como defensas del organismo, al suministrar medios para desarrollar resistencia y también, a veces, inmunidad contra las enfermedades. Las hay incluso, como la gammaglobulina, que pueden formar anticuerpos con sustancias que neutralizan la actividad de las bacterias y virus, sirviendo cada compuesto formado para una determinada enfermedad. 

Otras funciones

Las proteínas cooperan, además en el intercambio de sustancias nutritivas entre las células y su medio ambiente, que en el caso del organismo son los fluidos intercelulares, así como entre los tejidos, la sangre y la linfa. En los casos en que el nivel proteínico descienda por debajo de cierto valor, el balance de los fluidos corporales se altera y los tejidos almacenas cantidades anormales de líquido, inflamándose. 

Las proteínas y su interacción con el organismo

Las proteínas tisulares del cuerpo humano no se encuentran allí como sustancias fijas, inalterables durante toda la vida, sino en constante estado de cambio, rompiéndose las moléculas en las fracciones constituyentes (los aminoácidos) y reconstituyéndose otras nuevas moléculas como sustitutivas de las anteriores. Esta dinámica constituye una característica básica de los seres vivos y explica por que en la dieta humana se deben suministrar las cantidades adecuadas de proteína diaria, y de naturaleza más diversa e idónea, para satisfacer las necesidades de aminoácidos del organismo, aun cuando dicha proteína no sea necesaria ya para el crecimiento. 

Las proteínas y su aporte de energía en caso de necesidad

Al igual que los glúcidos y las grasas, las proteínas también pueden suministrar al organismo en un momento determinado, y siempre que éste lo necesite, la energía necesaria para el normal desarrollo de sus funciones vitales. Dado que para el organismo las necesidades de energía tienen prioridad sobre todas las demás, en caso necesario, y siempre que ésta no pueda extraerse de otros elementos (grasas e hidratos de carbonos), la energía se toma de las proteínas. Para ello primeramente se extraer la proteína de los tejidos, llevándose posteriormente la misma la hígado, con el fin de aprovechar el nitrógeno que contiene y oxidar la fracción que queda, sin que entonces pueda cumplir la función que tenía encomendada. La preferencia de los hidratos de carbono para la producción de energía hace que éstos actúen de protectores de la proteína en el interior del organismo, permitiendo que ésta realice sus funciones características en el mismo.

Temas relacionados:

Añadir nuevo comentario

Plain text

  • No se permiten etiquetas HTML.
  • Saltos automáticos de líneas y de párrafos.