Estuvimos considerando en un artículo anterior la necesidad de recibir una Educación para la Salud que nos permita no atacar a las enfermedades por el mero hecho de estar enfermos sino comprender el proceso que nos ha llevado a ese desarreglo funcional y, por lo tanto centrarnos en las causas.
Sabemos que no es lo más famoso, como lo expresó en una ocasión David Adams: “El médico que salva a alguien que se está muriendo de una enfermedad tiene toda la publicidad y gratificación. Aquel que hace prevención, que evita la enfermedad, no es citado ni reconocido “.
Pero siguiendo con otro aforismo famoso, Thomas Edison hablando sobre el futuro de la medicina comentó: “El médico del futuro, no recetará medicamentos sino que interesará a sus pacientes en el cuidado del cuerpo humano, en cuidar su dieta y en la causa y prevención de enfermedades”. Sí, esta es la clave, esto es lo que los profesionales de la salud deberían hacer, educar a sus pacientes o posibles pacientes en los cuidados de la dieta y en la prevención de la enfermedad. Si se hiciera esto nos ahorraríamos millones de euros en tratamientos y cirugía que nos meten en un círculo cuya salida es la enfermedad crónica y después la muerte.
Los responsables de nuestra salud
SaludBio tiene ese objetivo marcado: “educar para prevenir, prevenir para no enfermar, no enfermar para vivir”. Pero de nuevo surge la pregunta ¿quién es el responsable de nuestra salud? Lo somos nosotros y nadie más. En nuestro artículo “Medicina natural. Educación para la Salud” comentamos. “USTEDES son los únicos responsables de su salud. USTEDES son los únicos que pueden hacer algo por su salud; y USTEDES son los únicos que tienen el poder de curarse de una dolencia. Cuando usted busca ayuda médica sobre alguna dolencia, deficiencia, malestar o cualquier situación que se le presente el responsable de poner en práctica los consejos que reciba será USTED. Si USTED respeta las leyes de la naturaleza de forma equilibrada y actúa de la forma correcta SU energía vital y SU capacidad de autocuración harán el resto.”
Todos somos culpables de la falta de Educación para la Salud
Pero desgraciadamente todavía no ha llegado el tiempo del que hablaba el Sr. Edison. ¿Por qué no se le da prioridad a la prevención de la enfermedad? En el anterior artículo hablabamos de la inquisición médica, pero en realidad todos somos los responsables. Como decíamos antes, la medicina natural también ha entrado en la mayoría de las ocasiones en el juego del consumismo. Si usted busca ayuda en el campo de la medicina natural, porque no le convence la medicina del medicamento químico o porque desea más lo natural, los médicos naturistas le recomendarán productos naturales que sin lugar a dudas lo van a ayudar para su problema de salud. Pero a la mayoría de los laboratorios farmacéuticos o casas que producen productos o suplementos alimenticios lo que les interesa es vender, vender sus productos. Jamás hemos leído en la abundante publicidad que hacen de los productos que salen al mercado que el objetivo de estas casas sea la prevención de la enfermedad o la educación para la salud. Más bien su objetivo es introducir en el mercado un producto que ayude al enfermo a curarse de su enfermedad, o mejor dicho de sus síntomas; o bien de una forma tajante (medicina química), o bien de una forma más natural (medicina alternativa).
¿Qué pasaría si tuviéramos Educación para la Salud?
Pero recuerde, SaludBio desea algo más, desea lo mismo que el Sr. Edison intuyó, desea que USTED tome las riendas de su vida, las riendas de su SALUD y sea usted el que con la información que tiene a su disposición tome las decisiones adecuadas para su salud. Entendemos que esto no es fácil. La gente se asusta cuando está enferma. Rápidamente busca ayuda para él y lo suyos. Es normal y es como debería de ser cuando no tenemos la Educación para la Salud. La gente quiere soluciones y a veces las quiere YA. Estamos en el círculo cerrado del consumismo que nos priva incluso de tener el tiempo que necesitamos para curarnos de forma natural. Pero ustedes tienen que saber que no solo existe la medicina alopática y la alternativa, sino que existe la
EDUCACION PARA LA SALUD.
Si tuviéramos Educación para la Salud seríamos más libres. Al tener un problema de salud:
- Lo primero, meditaríamos en cuál ha podido ser la causa de la pérdida de la salud.
- Buscaríamos una solución lo más natural posible (medicina natural).
- Cambiaríamos nuestros hábitos reconociendo que fuimos los responsables de nuestros errores.
- Nos tomaríamos el tiempo que necesitamos para recuperarnos, sin prisas.
- Analizaríamos si es mejor un ayuno o semiayuno por una breve temporada.
- Buscaríamos los jugos o plantas medicinales que nos ayudarían a depurarnos.
- Buscaríamos los alimentos más convenientes para nuestro caso.
- Sabríamos que suplementos alimenticios colaborarían con nosotros en nuestra recuperación.
- Analizaríamos si a nivel emocional nos estamos saltando las leyes naturales.
- Si nos decidiéramos por la medicina química lo haríamos con conocimiento de causa y tomando las precauciones necesarias e incluso las medidas indispensables para paliar los daños o efectos secundarios.
- Si nos decidimos por la cirugía nos prepararíamos previamente para la intervención y meditaríamos cuidadosamente en las consecuencias a largo plazo de nuestra decisión, además de los riesgos inmediatos.
- Si nos tuviéramos que decidir por un tratamiento de quimioterapia evaluaríamos las estadísticas de éxito y fracaso del tratamiento así como las probabilidades de curación REAL en NUESTRO CASO. El no hacer esto podría ser catastrófico ya que prácticamente agotaríamos las posibilidades de curación y no habría marcha atrás.
Sí, como pueden observar la Educación para la Salud solo produce beneficios, pero nos hace responsables. ¿Está usted dispuesto a aceptar el reto, o desea dejar su salud en manos de otros? Usted decide.
En el tercer artículo de esta serie detallaremos los artículos de SaludBio que usted debería de conocer para iniciarse en la Educación para la Salud.
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SaludBio. Educación para la Salud. Parte 1
SaludBio. Educación para la Salud. Nuestra recomendación. Parte 3
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