En 1854 el médico londinense John Snow mostró a través de un estudio epidemiológico que el cólera se difundía a través del agua y no a través de neblinas o nieblas, como se creía en su época.
En un mapa marcó la localización de cada caso de cólera y se correspondía a la zona de distrito de agua potable de una sola fuente pública de la ciudad. Cuando quitó la palanca de la bomba de dicha fuente la enfermedad disminuyó. Cuando analizó el agua, sugirió que deberían de estar separadas las aguas de beber de la del alcantarillado. Aunque esto ahora nos parezca obvio, en el pasado no se había considerado.
Qué es el cólera
El cólera es una enfermedad infecciosa que se ha distribuido sobre todo en los países asiáticos, de hecho ha recibido también el nombre de cólera asiático. Esta enfermedad ha causado a lo largo de la historia millones de víctimas. El microbio responsable de la enfermedad es el vibrión colérico (llamado de Koch, porque fue descubierto por este científico en Egipto en el año 1883).
Este vibrión tiene forma de bastoncillo curvo, por lo que también recibe el nombre de “bacilo en coma”. La enfermedad se contagia directamente al enfermo o a través del agua, o por los alimentos crudos o las moscas contaminadas por el bacilo emitido con las heces diarreicas o con sustancias vomitadas.
Al llegar al estómago, los bacilos deberían ser destruidos por los jugos gástricos, pero los que resisten pasan al intestino y encuentran el terreno ideal para reproducirse y localizarse en el epitelio de la mucosa intestinal.
El período de incubación de la enfermedad no dura más de 3-5 días, es decir el período que va entre la penetración de los vibriones del cólera en el tubo digestivo y la aparición de los primeros síntomas de la enfermedad.
Síntomas del cólera
Los vibriones del cólera producen una gravísima inflamación de las paredes intestinales (enteritis), que se caracteriza por numerosas descargas diarreicas con emisión de heces muy líquidas con olor nauseabundo.
En el curso de la enfermedad, un paciente puede excretar entre 0,8 y 90 litros de diarrea líquida, que contiene, en la fase aguda de la enfermedad, sobre un millón de vibriones en cada mililitro de deposición.
Además de la diarrea se presenta:
- Vómitos repetidos
- Boca seca
- Sed intensa
- Orinas escasas
- Presión sanguínea baja
- Calambres musculares en las extremidades
- Piel fría y pálida
- Descenso de la temperatura corporal por debajo de 36 ºC (hipotermia)
- Rostro afilado
- Vista extraviada y lánguida
- Voz apagada y pulso muy débil.
Todos estos síntomas aparecen tanto por la acción de las toxinas que producen los vibriones del cólera, como por la deshidratación del paciente. A su vez esta situación produce un espesamiento de la sangre, que pierde su componente líquido.
Dentro de la enfermedad del cólera pueden aparecer diferentes tipos. Hay el cólera fulminante que acaba con la vida del paciente en el término de pocas horas o uno dos días. Formas graves de cólera, que suelen ser mortales en muchos casos y duran aproximadamente una semana. Otras formas son menos graves y de duración más prolongada y de pronóstico benigno.
Algunas personas excretan los vibriones pero no exhiben síntoma alguno de la enfermedad. Un ejemplo de contaminación por alimento se dio en Jerusalén en agosto de 1970: el agua contaminada del alcantarillado se había usado para rociar verduras cuando llegaban al mercado. Las bacterias solo podían sobrevivir algunos días en las frutas y verduras, pero eran un gran peligro para la salud.
En la leche y la mantequilla, los vibriones sobreviven hasta un mes o más. En el pescado y el marisco, si se comen crudos, o poco cocinados, han sido fuente de muchos brotes de cólera en el Mediterráneo, cuando el agua en el que fueron capturados estos pescados estaba infectada por excrementos humanos.
Prevención de la enfermedad del cólera
La prevención de la enfermedad consiste en el aislamiento del enfermo y de los que le asisten; en la desinfección de los objetos de la cama, de las ropas y de todo lo que haya entrado en contacto con el enfermo; en la desinfección de las heces, en la ebullición del agua para beber y en la vigilancia de los alimentos con prohibición absoluta de comerlos crudos. También se ha de tener en cuenta, según los países, luchar contra las moscas y en la búsqueda de los portadores de los vibriones.
Tratamiento del cólera
Cuando la enfermedad ya está en el paciente, el tratamiento consiste en restituir, ya sea por vía oral o intravenosa, el líquido perdido. La sal, el bicarbonato y el potasio también tienen que ser repuestos, y se sabe que la glucosa disminuye el volumen de la diarrea.
Los antibióticos pueden ayudar a controlar la difusión de la enfermedad, pero no aceleran realmente la recuperación.
La vacunación preventiva anticolérica, que dio resultados en la guerra mundial de 1914-18 es positiva pero la inmunidad no dura más de 5-6 meses. Además las vacunas son efectivas con una probabilidad sólo del 50% de los casos. Las personas vacunadas, aunque estén libres de síntomas, aún pueden excretar los vibriones. Por lo tanto, la medida mejor para combatir la enfermedad es el tratamiento rápido del enfermo y el control sanitario del entorno.
Otros tipos de cólera
Cólera nostras
Es una grave enfermedad de tipo colérico, provocada por el bacilo de Gärtner, que, aunque puede aparecer en los adultos, es propia de los niños pequeños durante los dos o tres años primero de su vida.
La sintomatología es muy parecida a la del cólera verdadero: diarrea con heces líquidas, vómito, enfriamiento de las extremidades, calambres musculares, pulso débil, deshidratación de los tejidos y de la sangre.
Cólera infantil
Es una forma de gastroenteritis de origen toxicoalimenticio, que se presenta en las épocas calurosas en los niños, sobre todo en los que se establece una lactancia artificial o en lo que se han destetado demasiado pronto.
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Enfermedades relacionadas con la colitis
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