Habitualmente, tendemos a preocuparnos por el bienestar salud del sistema cardiaco, el cerebro y los huesos. Está muy bien que pensemos en cuidarnos en todos estos aspectos, pero también deberíamos considerar más a menudo el estado de nuestra salud nerviosa.
Los datos demuestran que millones de personas en todos el mundo sufren de neuropatía periférica, o daño a los nervios que existen fuera del cerebro y la médula espinal. Es posible que, en reuniones familiares, entre amigos o incluso en el trabajo hayas tenido conversaciones recurrentes acerca del daño causado en los nervios, lo que puede convertirse en dolor crónico o provocar hasta parálisis en el peor de los casos.
Cómo abordar la salud nerviosa
El cuerpo humano es una máquina compleja, y nuestro sistema nervioso es testimonio de ello. Se trata de una zona compuesta por dos partes: el sistema nervioso central y el sistema nervioso periférico. El primero opera desde el cerebro y la médula espinal, mientras que el segundo está alojado en la médula espinal y se bifurca por todo el cuerpo.
Ambos se comunican con la intrincada red de neuronas que están trabajando perpetuamente en nuestro nombre y dirigiendo casi todas las funciones vitales, entre las que destacan el movimiento, el latido del corazón, el gusto, la digestión o la memoria, entre muchas otras funciones.
Cabe señalar que es una red que está en comunicación constante, advirtiéndonos del peligro si tocamos una estufa caliente o asegurando que sigamos respirando mientras dormimos. Por lo tanto, debemos garantizan el apoyo a nuestro sistema nervioso, protegiendo y reforzando el laberinto de neuronas con el que trabajan, ya que esta es la clave para promover su buen funcionamiento.
Síntomas del daño a los nervios
A pesar de ser robustos, los nervios también pueden sufrir daños. Más de 100 condiciones pueden provocar daño a esta preciada parte del organismo. Sin ir más lejos, la diabetes es una de las principales causas de neuropatía periférica, pero otras complicaciones también pueden causarla, como las lesiones físicas, los movimientos repetitivos (escribir o correr), ciertos medicamentos y tratamientos o la propia exposición a toxinas, por ejemplo.
Por otra parte, debes prestar especial atención a algunos hábitos que pueden marcar tu estilo de vida, como fumar, consumir alcohol en exceso y/o abusar de alimentos y bebidas altas en grasas saturadas y azúcares añadidos. Esto no solo puede causar problemas cardiovasculares o hepáticos, sino que también está vinculado con el daño a los nervios.
Cuando se trata de neuropatía periférica, los síntomas pueden comenzar de manera bastante benigna antes de empeorar. Algunos de los síntomas más comunes incluyen debilidad, hormigueo, ardor, entumecimiento, calambres, espasmos y pérdida de sensación. Respecto al síndrome del túnel carpiano, el daño a los nervios es causado por la compresión y presión sobre el nervio mediano, y es posible que no solo sientas dolor, sino que también seas propenso a dejar caer cosas o tener dificultades para agarrar objetos y realizar funciones normales.
Cómo proteger tu sistema nervioso de manera natural
Cuando hablamos de salud física, es posible que no tengamos en cuenta la salud de nuestros nervios. Sin embargo, cada elección que hacemos para apoyar o negar nuestro bienestar también afecta la salud de nuestro sistema nervioso. La nutrición adecuada, el ejercicio físico, el sueño saludable, la hidratación y las estrategias que ayudan a mantener a raya el estrés afectan la integridad de nuestros nervios.
· Suplementar con coenzima Q10
También conocida como “ubiquinona”, es una enzima con poder antioxidante, que se produce naturalmente en el hígado. Además, existe en cada célula de nuestro cuerpo y opera como un actor clave en el crecimiento y mantenimiento celular. Pese a que es esencial para varias acciones biológicas imperativas, nuestro organismo tiende a fabricar menos cantidad de este componente a medida que pasan los años.
Se estima que obtenemos aproximadamente el 25% de la coenzima Q10 que necesitamos de alimentos específicos. No obstante, en tu herbolario online también puedes encontrar suplementos alimenticios con coenzima Q10. Una suplementación segura, acompañada de una dieta equilibrada, puede servir de apoyo nutricional para respaldar orgánicamente la síntesis de energía y la salud nerviosa, entre otros beneficios.
· Aumentar el consumo de omega-3
Una gran cantidad de investigaciones reflejan una conexión directa entre los hábitos alimentarios y la salud de nuestros nervios, sin la cual podemos volvernos vulnerables a enfermedades cognitivas como la demencia. Se recomienda una dieta de alimentos integrales en todos los ámbitos, pero se ha demostrado que los ácidos grasos omega-3 son particularmente útiles para preservar la función neuronal.
Afortunadamente, puedes encontrar ácidos grasos omega-3 en una impresionante variedad de alimentos, por ejemplo: salmón, atún, arenque, sardinas, semillas de lino y chía o algunos frutos secos.
· Introducir la curcumina en tu dieta
Es un componente que se encuentra en la cúrcuma. Esta promueve orgánicamente la función nerviosa e incluso puede ayudar a reforzar la salud cerebral. Lo puedes encontrar fácilmente en polvo o en forma de especia que se añadiría en sopas, frituras, mix se verduras, patatas o pasta. Agregue una pizca de pimienta negra para completar, ya que interviene en el aumento de la potencia de la cúrcuma.
· Probar la acupuntura
Es una técnica con propiedades calmantes que actúa sobre los puntos de presión de todo el cuerpo. Asimismo, la acupuntura está relacionada con la estimulación de la salud de los nervios y podría aliviar el dolor neuropático. También ayuda a rejuvenecer el flujo sanguíneo para mejorar la circulación, que en sí misma es un tónico natural para la disfunción nerviosa.
· Recurrir a vitamina del grupo B
La correlación entre las deficiencias nutricionales y la neuropatía periférica es indiscutible. En particular, nuestro cuerpo necesita vitamina B12 para fomentar la salud de los nervios y la producción de mielina, una sustancia que actúa como una capa protectora sobre los nervios y los incita a transmitir sensaciones.
Por ello, es importante dar con alimentos que incluyan una gran cantidad de esta vitamina, como cereales fortificados, levadura nutricional, algunos quesos y lácteos, huevos y pescados como el salmón y el atún, por ejemplo.
· Intensificar la rutina de ejercicios
La actividad aeróbica moderada (o el ejercicio físico en general) refuerza la función nerviosa y ayuda a mitigar el dolor nervioso. Una de las muchas ventajas de un régimen de entrenamiento constante es que puedes elegir las actividades físicas que más te gusten, ya sea montar en bicicleta, nadar o jugar con tus hijos de manera activa. El objetivo en todo momento debe ser el movimiento, no quedarse quieto y comprometerte a practicar algún tipo de actividad física a diario, como caminar al menos media hora.
Referencias
Arenas-Jal M, Suñé-Negre JM, García-Montoya E. Coenzyme Q10 supplementation: Efficacy, safety, and formulation challenges. Compr Rev Food Sci Food Saf. 2020 Mar;19(2):574-594.
Martucci A, Nucci C. Evidence on neuroprotective properties of coenzyme Q10 in the treatment of glaucoma. Neural Regen Res. 2019 Feb;14(2):197-200.
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