Los padres deberíamos comenzar a tener en cuenta la salud dental de nuestros hijos incluso antes de la aparición del primer diente.
La salud dental de los niños
Para empezar, se puede limpiar las encías del bebé con un paño suave y húmedo después de alimentarlo. Esto ayuda a prevenir la acumulación de bacterias. Cuando los dientes comienzan a aparecer, comience a usar un cepillo de dientes muy suave para niños dos veces al día.
A medida que el niño alcanza la edad preescolar, se debería empezar a cepillar los dientes con una cantidad pequeña de pasta dental con flúor. Los niños tienen una tendencia a tragarse la pasta dental, y el exceso de flúor puede provocar manchas permanentes en los dientes. El flúor fortalece los dientes por el endurecimiento del esmalte de los dientes. Aunque el flúor es una parte vital de la salud dental de su hijo, se debe evitar su uso excesivo.
Prevención de las caries
Generalmente, los niños sufren de caries cuando las bacterias de la boca utilizan el azúcar de los alimentos para producir ácido que corroe los dientes. Para prevenir las caries, evite darle a su hijo demasiados alimentos dulces como galletas y dulces y bebidas azucaradas. Si su hijo nació prematuro, y por lo tanto pesó muy poco al nacer, se ha de cuidar de las necesidades especiales de salud que tengan sus dientes ya que pueden aparecer manchas blancas o zonas marrones en éstos y él o ella pueden desarrollar caries.
Todos los miembros de la familia deben tener cuidado de sus dientes, ya que pueden transmitir las bacterias que causan caries en los niños. Además de cepillarse dos veces al día y usar hilo dental una vez al día, todo el mundo debería visitar al dentista una vez al año.
Evite dar al niño dulces, comida basura y chucherías entre comidas. Siga un horario regular para las comidas y las meriendas. Frutas y verduras frescas, queso y frutos secos crudos son buenos para los dientes.
Por otra parte, no deje que su hijo utilice biberón a partir de cierta edad; más bien enséñele a usar un vaso para beber tan pronto como sea posible.
Chuparse el dedo es normal en los niños, a menos que persista con esta costumbre después de los 4 años de edad.
Se aconseja que los padres lleven a sus hijos a un dentista para cuando cumpla su primer año de vida.
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