Una abuela conversa con el médico sobre la enfermedad de su nieta:
- Doctor la niña lleva dos días con dolor de barriga, se le ha quitado la gana de comer y no tiene ilusión por nada.
- No se preocupe, con los medicamentos que la voy a mandar mañana estará bien, contesta el doctor.
- Doctor, ¿no sería mejor ponerle una lavativa intestinal? ya sabe, como hacían antes nuestras madres y abuelas. Creo que lo que la niña tiene es simplemente un empacho.
- No mujer, responde el doctor, eso está muy anticuado, ahora con los medicamentos que se va a tomar se arregla rápido.
A los dos días la abuela vuelve a hablar con el médico:
- Doctor la niña se tomó lo que le mandó pero sigue exactamente igual. ¿Le parece que le ponga la lavativa por si es lo del empacho?
- No mujer, no se preocupe, contesta el doctor, la cambio de medicamentos y en unos días la niña está como nueva.
Al día siguiente, el doctor pasa por un parque que hay en el barrio donde vive la niña y la ve que está en el parque jugando y saltando con otros niños feliz. Al verla el médico piensa para sus adentros:
'A que al final, la abuela le puso la lavativa'.
Como dijimos en la anterior entrega de esta sección de Risoterapia, un poco de humor no viene mal. Sin embargo, además el chiste como podrán observar tiene su enseñanza o moraleja. ¡Qué cada uno saque la suya!
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