Se define el ayuno como la abstinencia voluntaria del alimento. En este período el organismo consume sus reservas de grasa y de músculo, pero no se modifican las estructuras de los órganos vitales como pulmones, corazón, cerebro, sistema nervioso, etc.
No hay que confundir ayuno con inanición. La inanición sería el período posterior al ayuno, cuando este se prolonga anormalmente. Si el organismo agota sus reservas entonces éste empezará a consumir los órganos vitales antes mencionados llevando a la muerte. Aunque como veremos el ayuno es una “terapia” muy beneficiosa para la salud, sería de estúpidos prolongarlo o hacerlo de forma irresponsable puesto que se puede llevar a la inanición.
Como se explicará más adelante hay formas sencillas de saber cuándo dejar de ayunar para no llegar a la inanición; una de estas es el conocer los llamados pesos de seguridad los cuales no habrá que sobrepasar y por otra parte no sufrir una pérdida ponderal de más del 30% del peso inicial. Entonces de ayuno se pasa a inanición.
Distinción entre fin del ayuno y principio de la inanición
Una de las señales más claras de que se debe terminar un ayuno es la reaparición del hambre. Durante el ayuno el hambre desaparece, pero cuando este llega a su fin y logra sus objetivos depurativos vuelve a reaparecer el hambre. Un organismo sano volverá a pedir alimentos antes de llegar a la inanición. Recuerde que el organismo es muy inteligente y buscará siempre la supervivencia; de modo que le avisará cuando empieza el peligro.
Puede que una persona que ayune tenga todavía suficientes reservas corporales para seguir ayunando, pero si reaparece la sensación de hambre es preferible aminorar el ayuno, y luego detenerlo.
Otros signos que distinguen el ayuno de la inanición
Además de la reaparición del hambre hay otras indicaciones que señalan que se debe dejar de ayunar para no llegar a la inanición. Entre estas mencionamos:
- Lengua limpia
- Aliento agradable
- Temperatura corporal casi normal
- Pulso casi normal
Por el contrario, durante la inanición estos signos se presentan de forma distinta. La lengua permanece cargada, el aliento es fétido y la temperatura y las pulsaciones son anormalmente bajas.
Lo verdaderamente beneficioso es el ayuno, pero se describen los signos de la inanición para que nadie llegue nunca a ella. Cuando se llega a la inanición, el metabolismo si ya estaba previamente disminuido por el ayuno, se reduce aún más y aparecerán síntomas patológicos por culpa de que los órganos vitales dejan de funcionar correctamente.
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Comentarios
Ester replied on
Los felicito por la página.
Anónimo replied on
Magnifica su página ¡ Se
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