Los quelatos: sus funciones

¿Qué son los quelatos?

Desde un punto de vista químico los quelatos con cuerpos orgánicos obtenidos por quelación.

La quelación es un proceso natural por medio del cual un mineral se une a una molécula orgánica volviéndose activo y pudiendo así ser trasportado directamente a la corriente sanguínea.

Por medio de la quelación, los metales son fijados en el interior de importantes sustancias biológicas, proteínas –como el caso de la hemoglobina, que contiene hierro; la clorofila que contiene  magnesio o la vitamina B₁₂ que contiene cobalto-; así pues la quelación está inspirada en los procesos metabólicos de la naturaleza y permite al organismo la asimilación de los minerales o de los metales de forma completa.

Gracias al agente quelante, el metal resulta protegido en su camino a través del estómago hasta llegar a las vellosidades del intestino delgado. El metal así protegido queda en cierta forma rodeado por aminoácidos bajo la forma de anillo protector. Este agente protector impide que el metal, ávido de reacción, se combine con otros compuestos o elementos nutritivos en el interior del tracto digestivo. La quelación, pues, permite evitar las combinaciones metabólicas no solubles y no asimilables que se producirían, favoreciendo así su máxima asimilación al impedir que se fijen a elementos no digeribles a ciertas sustancias de carga y ser así eliminadas del organismo sin ser metabolizadas.

Por lo general, los minerales y los oligoelementos de la alimentación se presentan más frecuentemente en forma de sales: sulfatos, cloruros, carbonatos, fosfatos, etc.

Los preparados minerales habituales se ofrecen combinados con ácidos orgánicos, tales como el cítrico, ascórbico, fumárico, etc. siendo su estabilidad muy inferior a los quelatos formados con los distintos aminoácidos, péptidos o proteínas cuya resistencia o la acción de los jugos gástricos y la facilidad de atravesar la muchos intestinal es mucho mayor.

En resumen, los quelatos reúnen tres ventajas fundamentales:

1)    Ser una forma biológica

2)    Poseer una mejor estabilidad

3)    Permitir una máxima absorción perfectamente tolerable, que satisface con facilidad los déficit o requerimientos diarios de nuestro organismo.