El periódico canadiense National Post dice: “Siempre ha sido motivo de preocupación el consumo de carne poco cocida; pero lo que en los últimos años se está relacionando con un peligro para la salud a más largo plazo es el cocinarla demasiado, especialmente quemar y carbonizar en la parrilla la carne, el pollo y el pescado”.
Cuando la carne se prepara a altas temperaturas, se forman unos compuestos cancerígenos llamados aminas heterocíclicas.
El reportaje indica que la cocina a la parrilla puede ser más segura cuando se añade un adobo sencillo que contenga “un componente ácido, como el zumo de limón o naranja, o el vinagre”.
Repetidas pruebas permitieron a los investigadores del American Institute for Cancer Research “descubrir que los alimentos adobados tenían entre un 92 y un 99% menos aminas heterocíclicas que los no adobados, independientemente de que se hubiesen dejado en adobo durante cuarenta minutos o dos días”.
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