Si queremos resumir la actuación y el orden con el cual debemos actuar con un paciente, diríamos:
1º El paciente explicará los síntomas y molestias que tiene.
2º El osteópata deberá hacerle las preguntas con cuidado, para que las entienda, además investigará de forma cronológica en el tiempo la intensidad del dolor, posturas del trabajo, posibles accidentes anteriores, implicación de algún factor psicológico, en qué postura empeora o mejora, etc.
3º Examen detenido de las radiografías. En ella buscaremos las contraindicaciones formales. El estudio del clichés nos dará información sobre el estado general de la estructura en cuestión, además encontraremos aquellos signos radiológicos que se expresan con claridad.
4º Realizaremos un examen premanipulativo en el paciente. Con la información ya obtenida, descubriremos si se trata de una inflamación discal que implica el nervio, de un músculo espasmado que provoca una fijación, de una hipermovilidad como consecuencia de la fijación, de algún ligamento peri-articular estresado, de algún bloqueo o fijación múltiple como consecuencia de alguna artropatía, etc. Este paso deberá determinar la naturaleza exacta de la dolencia.
5º Y como último, buscaremos la técnica más adecuada, para manipular al paciente.
El tratamiento osteopático efectivo, requiere un orden de actuación, un estudio detenido en la apreciación de la historia de los dolores del paciente y de la adecuada interpretación de los hallazgos del examen.
En el diagnóstico, la naturaleza del dolor nos puede dar información sobre el tejido responsable.
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