Existen en el mercado una gran cantidad de suplementos alimenticios recomendados para prevenir y mejorar los problemas de las articulaciones, siendo con frecuencia difícil obtener información de la actividad y los beneficios que aportan cada uno de ellos. A continuación se presenta un resumen de las propiedades de algunos de suplementos más utilizados para los trastornos articulares.
Sulfato de Condroitina
Es el principal glicosaminoglicano del cartílago y un componente importante de tendones y ligamentos. Está formado por ácido glucurónico y N-acetilgalactosamina, siendo uno de los componentes de los proteoglicanos. Los niveles de sulfato de condroitina pueden estar disminuidos en cartílagos afectados por osteoartritis y otras formas de artritis.
Estimula la síntesis de proteoglicanos y de ácido hialurónico, presenta actividad antiinflamatoria a nivel de componentes celulares de inflamación y disminuye la capacidad catabólica (destructiva) de los condrocitos.
El organismo absorbe aproximadamente un 12% del total ingerido y existen fuertes evidencias clínicas que apoyan su uso en osteoartritis. Reduce de forma importante el dolor, incrementa la movilidad articular y muestra claras evidencias de mejoría en osteoartritis. El sulfato de condroitina de los suplementos puede obtenerse del cartílago de tiburón o de cartílago bovino, siendo preferible la primera opción pues evita ciertos problemas de contaminación.
Sulfato de Glucosamina
El sulfato de glucosamina es el nutriente articular más conocido para las enfermedades degenerativas de las articulaciones. Es un sustrato esencial que estimula la síntesis de glicosaminoglicanos y proteoglicanos a través de los condrocitos y de ácido hialurónico mediante los sinoviocitos, sustancias presentes respectivamente en el cartílago articular y en el fluido sinovial. Los glicosaminoglicanos y los proteoglicanos actúan como lubricantes, como “amortiguadores” de impactos y como elementos de refuerzo del tejido conectivo.
El sulfato de glucosamina también inhibe la degradación de dichos proteoglicanos y estimula la regeneración del daño inducido en el cartílago. Además, se cree que el grupo sulfato de la molécula estimula la incorporación de azufre al cartílago, un mineral esencial para el buen estado del mismo. Detiene y revierte la degeneración articular, retrasa la progresión de enfermedades como la osteoartritis o la artritis reumatoidea, con mejores resultados en la reducción del dolor que con antiinflamatorios no esteroideos (NSAIDs).
Quercitina
Es el flavonoide vegetal más abundante, con diversos efectos beneficiosos para la salud como: protección cardiovascular, actividad anticancerígena, efectos antiulcerosos, actividad antialérgica, prevención de cataratas, actividad antiviral y efectos antiinflamatorios. Su actividad antiinflamatoria se debe a sus potentes efectos antioxidantes e inhibitorios de los enzimas productores de inflamación (ciclooxigenasa, lipooxigenasa) y la subsiguiente inhibición de los mediadores de inflamación, como leucotrienos y prostaglandinas.
Metilsulfonilmetano (MSM)
El metilsulfonilmetano (MSM) es un compuesto orgánico azufrado soluble en agua. Aporta un 34% de azufre elemental y presenta importantes propiedades antioxidantes, muy relacionadas con la inflamación, el dolor y la degeneración, pues los radicales libres estimulan la formación de mediadores proinflamatorios que provocan daño y dolor tisular. En concreto, el MSM incrementa enzimas antioxidantes como N-acetilcisteína y glutationa, aportando importantes mejorías en casos de degeneración, dolor e inflamación articular. El azufre es además necesario para la formación del tejido conectivo, estando su concentración disminuida en cartílagos artríticos.
El MSM disminuye el dolor y mejora la movilidad articular de forma significativa a los 14 o 15 días de su ingesta y es efectivo para prevenir enfermedades inflamatorias articulares. En el mercado existen suplementos obtenidos de fuentes naturales (principalmente el abedul) y de origen petroquímico, siendo siempre preferible escoger los de origen natural.
Escaramujo
Es una fuente rica en vitamina C que tradicionalmente se ha utilizado para mantener los vasos sanguíneos en buen estado. Esto asegura un adecuado aporte de nutrientes a las articulaciones y mejora su capacidad de regeneración. Recientemente, se ha observado que posee efectos antioxidantes y antiinflamatorios eficaces en osteoartritis y artritis reumatoide. Disminuye los niveles séricos de la proteína C reactiva (CRP) y la migración de los neutrófilos sanguíneos periféricos.
Jengibre
El jengibre se ha utilizado históricamente en enfermedades inflamatorias articulares como artritis y reumatismo. Recientemente, diversos estudios han mostrado que alivia el dolor y la hinchazón en artritis y osteoartritis. Su actividad antiinflamatoria se atribuye a los gingeroles que contiene, potentes inhibidores del metabolismo del ácido araquidónico implicado en la producción de sustancias mediadoras de la inflamación. Se recomienda utilizar suplementos en forma de extracto, pues a diferencia de la planta en polvo, permiten garantizar la eficacia del producto.
Fuente: Lamberts
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