Muchas personas creen conocer la diferencia que existe entre la medicina natural y la medicina convencional o química, pero creo que este conocimiento es solo superficial; cuando ahondamos en el asunto vemos que el tema tiene miga.
De siempre me ha gustado comparar el cuerpo humano a una estufa de leña por las similitudes que hay (otro día se las explico), pero hoy nos vamos a valer de otro ejemplo: UN FRIGORIFICO.
El organismo humano y el frigorífico
Todos conocemos para que se utiliza un frigorífico. Para entender la diferencia entre la medicina natural y la convencional el ejemplo del frigorífico nos viene muy bien.
Usted se puede comprar un frigorífico de última gama: silencioso, AAA, es decir, poco consumo, muy eficiente, aprovechamiento energético, etc. Pero no todos los frigoríficos son AAA, otros son más ruidosos y consumen más energía. Usted cuando nació, pudo venir al mundo con un organismo AAA o con solo una A. Es decir, su constitución y calidad orgánica que ha heredado genéticamente puede ser excelente; pero en el caso de otras personas no es así, padecen frecuentemente más enfermedades, no aprovechan de igual manera la energía vital de su organismo, etc. Pero al igual que con el frigorífico, va tirando hacia adelante aunque no sea AAA.
El frigorífico es su cuerpo. Los alimentos que hay en el frigorífico son las toxinas que usted va acumulando a lo largo de los años por sus malos hábitos, por sus pensamientos, por su deficiente eliminación, por la herencia, por la intoxicación que le rodea, etc. etc. Un frigorífico tiene un termostato, es decir, usted indica qué temperatura desea que haya en el interior del frigorífico para que los alimentos no se echen a perder. Y usted regula el termostato. Pues bien, usted interiormente también tiene un termostato, es decir, un umbral de tolerancia de la toxemia, que cuando, al igual que el frigorífico sobrepasa el límite de temperatura, en su caso de toxicidad orgánica, el termostato salta.
Nuestro cuerpo cuando sobrepasa el umbral de tolerancia salta, es decir, produce una enfermedad, por lo general una “itis”, faringitis, amigdalitis, otitis, bronquitis, etc. etc. Sí, produce una reacción, una inflamación para derretir, depurar y eliminar lo que se está acumulando y que puede dañar más seriamente su organismo en el futuro. Es decir, busca encontrar el equilibrio que se perdió.
En el caso del frigorífico, ya sabe, cuando sube la temperatura interior por encima del umbral que usted ha puesto en el termostato salta. Si su frigorífico es AAA hará poco ruido y será muy eficiente. En otros casos no será así, hará ruido y consumirá más energía.
El ruido y el consumo de energía del frigorífico son esas enfermedades que todos padecemos frecuentemente y de forma casi periódica; como hemos dicho antes, la faringitis, la bronquitis, la gripe; o si la cosa es más seria, el asma, la neumonía, una diarrea, etc.
Diferencia entre la Medicina natural y la Medicina convencional o química
Imagínese que usted, con su frigorífico A, no quiere escuchar más ruido, no desea que consuma tanta energía, así que decide SUBIR EL TERMOSTATO. Si antes su termostato lo tenía programado para que saltara cuando la temperatura era superior a 5ºC, al subir el termostato a 8ºC, por ejemplo, logra que el frigorífico se pare, ya no hace ruido, ya no consume energía porque ahora la temperatura es inferior a 8ºC. Pero la temperatura sigue subiendo, ahora llega a los 8ºC y los sobrepasa, el termostato salta de nuevo y el frigorífico empieza a enfriar los alimentos; pero a usted no le gusta el ruido, vuelve a subir el termostato a 12ºC, el frigorífico se para, ya no hace ruido, y los alimentos al final se le han podrido. Usted estará pensando ¡pero qué estupidez subir el termostato! ¡Pues así de estúpidos nos han vuelto los médicos de la medicina química con sus tratamientos!
Cuando usted padece una enfermedad (estamos generalizando) y usted se trata su enfermedad con tratamientos convencionales, con medicamentos químicos, le están subiendo su termostato. La medicina química, en la mayoría de las enfermedades agudas, corta, suprime síntomas, eso es lo que ella hace y lo que usted quiere ¿no? No le gusta el ruido. Los medicamentos están hechos para las enfermedades, no para la salud. Su cuerpo al suprimir sus síntomas o enfermedades agudas con tratamientos químicos suprime el ruido, porque le suben el umbral de tolerancia toxémica, es decir suben el termostato. Usted está tranquilo porque cree que su enfermedad está curada, pero en realidad, al seguir este tipo de tratamientos una y otra vez (antitérmicos, antibióticos, antihistamínicos, etc. etc.) está logrando que en su interior no sólo no elimine los tóxicos acumulados sino que degeneren y se pudran; y usted al final morirá envenenado.
Puede que piense que estoy dramatizando, pero no crea, ¡soy benévolo con la medicina química! Sin embargo, tampoco crea que toda la medicina natural es tan excelente.
Le voy a contar el típico trato que recibe un cliente que entra en un herbolario o tienda de productos naturales. La señora que entra, no le gusta la medicina convencional, prefiere la natural o alternativa. Como resulta que tiene varices en las piernas le pide a la dependienta que le de algún producto natural para las varices: compra un producto de castaño de Indias; pero resulta, que le han dicho que está mal de los huesos, le dan un producto con calcio; a veces se resfría y tiene un poquito de faringitis, la dependienta le vende un producto con própolis. Como se acerca el invierno no se quiere resfriar, la dependienta le dice que se compre un suplemento de vitamina C. Otra veces se sienta baja de energía, hasta un poquito deprimida, le venden una ampollas de jalea real. Nuestra cliente está preocupada porque le salen una arruguitas en la cara, la dependienta le dice que se compre una crema natural con muchos antioxidantes, etc, etc. etc.
¿Se dan cuenta cómo a veces actúan no solo los herbolarios o tiendas de dietética sino muchos profesionales de la medicina natural? Sí, no le dan medicamentos químicos, pero te atiborran a productos naturales. ¡LE ESTAN LLENANDO EL FRIGORIFCIO CON CUBITOS DE HIELO!
Alto, no estoy en contra de los suplementos alimenticios. En SaludBio los defendemos y en nuestra consulta se los mandamos a los pacientes. Son muy necesarios en la mayoría de las ocasiones, pero tenemos que ser razonables. Recuerde que tanto a unos como a otros no les interesa su salud, les interesa su dinero. Pero esto es lógico, no le debe sorprender; los laboratorios farmacéuticos lo que desean es que la gente consuma medicamentos, están para ganar dinero; y los herbolarios o empresas de suplementos les interesa vender sus productos, otro negocio. Si todos estuviéramos saludables adiós negocios. ¿A quién le tiene que preocupar SU SALUD? Le tiene que preocupar a USTED, no a ellos.
Cómo funciona la verdadera medicina natural
Volvamos al ejemplo del frigorífico, todavía no hemos terminado. La verdadera medicina natural en el caso que hemos planteado desde el principio actuaría de forma diferente. Seguiría tres procesos distintos:
1º Eliminar alimentos del frigorífico para que el termostato salte en menos ocasiones
Un verdadero profesional tiene que enseñar a sus pacientes a vivir de acuerdo con las leyes naturales para que limpie y purifique su organismo (incluyendo su mente). Hay que desintoxicar y enseñar a nutrirse correctamente a los pacientes.
2º Jamás subir el termostato
Nunca suprimimos ruidos o síntomas. Si se produce una enfermedad aguda, con nuestros tratamientos intentamos favorecer la eliminación y que se resuelva de forma satisfactoria y con el menor sufrimiento para el paciente. Las personas tienen que aprender a vivir con sus “ruidos”, con sus enfermedades, son procesos naturales e inevitables mientras vivamos en este mundo sucio y tóxico.
Tampoco hay que llenar el frigorífico con cubitos de hielo. El tomar muchos complementos alimenticios sin una previa depuración, en muchos casos, es una pérdida de dinero, el cuerpo no los aprovecha, y en algunos casos puede ser contraproducente. Sin duda yo prefiero tener mi casa llena de suplementos alimenticios antes que de medicamentos, pero la verdadera SALUD no depende tanto de esos suplementos, la verdadera SALUD está más cerca de nuestros hábitos de alimentación, del ejercicio saludable, de la bondad y del amor de corazón de la persona.
3º Si es posible bajar el termostato
¡Esto sí que es todo un desafío para el profesional de la medicina! El verdadero médico tiene que lograr que su paciente no solo entienda el proceso de la enfermedad y de la salud, no solo entienda la importancia de la desintoxicación y depuración, sino que tiene lograr que su paciente tenga más vitalidad, más SALUD que cuando lo visitó por primera vez. La verdadera medicina no solo no perjudica a su paciente, como desgraciadamente, en muchísimas ocasiones lo hace la medicina química, sino que le tiene que enseñar cómo estar más saludable.
Bajar el termostato en un frigorífico, implica que cada vez se va a tolerar menos calor en el interior de éste. Bajar el umbral de tolerancia de toxemia (no de toxicidad) implica que nuestro organismo se va a hacer más exigente, más listo, más sensible; sí, nos volveremos como los niños, con reacciones periódicas, con crisis curativas, pero con más vitaliad, más sanos. ¡Eso no tiene precio!
Bueno, no les cansó más, porque si han conseguido llegar hasta aquí en la lectura de este artículo sin aburrirse tiene mérito. ¿Saben una cosa? Nosotros en SaludBio también somos como los demás, también le vendemos algo, también vivimos de la medicina y de ustedes como los médicos de la medicina convencional, o como los laboratorios farmacéuticos, o como los herbolarios, o como el fontanero que les arregla un grifo, o como el periodista que nos vende noticias, o como el político que nos vende promesas electorales. Pero hay una diferencia, nosotros vendemos SALUD – EDUCACION PARA LA SALUD, y hoy han recibido una lección gratis.
Nota: Recuerde que hemos generalizado. En muchas ocasiones es imprescindible el uso de la medicina convencional o de la cirugía así como de otros tipos de terapias. Simplemente deseamos presentar los distintos planteamientos que pueden tener las distintas terapias médicas.
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