Se sabe que la Tierra posee una sorprendente capacidad de autocuración. Un maravilloso ejemplo lo tenemos por lo que ocurrió en 1883 en Krakatoa, isla volcánica de Indonesia. Se produjo una enorme erupción con una explosión tan grande que se oyó a unos 5.000 kilómetros. Lanzó a la atmósfera casi 21 kilómetros cúbicos de materia volcánica, y dos terceras partes de la isla desaparecieron en el mar.
Después de nueve meses, el único indicio de vida era una araña microscópica. Pero 125 años después toda la isla está cubierta de exuberante vegetación tropical que alberga a centenares de especies de aves, mamíferos, reptiles e insectos. No hay duda de que esta recuperación se debió parcialmente a la protección que disfruta esta isla por ser parte del Parque Nacional Ujung Kulon.
Sin duda la Tierra fue diseñada con esta capacidad de autocurarse de los posibles daños que sufra. Otro ejemplo son los daños producidos por los incendios forestales. La regeneración de la capa de ozono, etc. Si la damos tiempo, la Tierra se regenera por sí misma.
La autocuración en los seres humanos
¿Qué podemos decir de los seres humanos? ¿Tenemos esta misma capacidad de autocuración? Al utilizar el término “autocuración” no estamos hablando de una autocuración psíquica, o de potenciar facultades especiales para curarnos de nuestras enfermedades como parece ser que promueven ciertos grupos. No estamos hablando de curaciones milagrosas, ni de técnicas específicas de autoayuda. Hablamos del maravilloso diseño de nuestro organismo y de Su capacidad de curarse por sí solo de las enfermedades.
Según el profesor Gustav Dobos, asesor adjunto del Hospital de Mineros de la ciudad alemana de Essen “el cuerpo humano es capaz de curarse por sí mismo del 60 al 70% de las dolencias”. Con tal fin, el cuerpo produce entre 30 y 40 sustancias medicinales, como la cortisona y algunas que evitan la formación de cálculos renales. Los investigadores entienden algunos de los procesos que operan en la curación natural, pero la mayoría todavía son desconocidos.
Según la revista Vital, en dichos procesos “tiene lugar una compleja interacción de hormonas, ARN mensajeros y linfocitos agresores”; intervienen, además, “las emociones y el estado de ánimo”. Sin embargo, la misma fuente afirma que el estrés y los problemas personales pueden “debilitar el sistema inmunológico durante meses”.
Ejemplos de autocuración
Son muchos los ejemplos de autocuración que podemos citar. ¿Quién no se he hecho un corte en un dedo? Sin hacer absolutamente nada la herida se cierra y cicatriza. Es la energía vital interna. Nosotros solo observamos.
La fractura de un hueso. Es cierto que tenemos que restablecer el hueso fracturado a su alineación correcta e inmovlizarlo, pero ¿quién suelda la fractura? ¿Quién produce el callo óseo? Es la energía vital interna. Nosotros solo observamos.
Si tenemos una infección. El organismo puede producir fiebre para encargarse de la situación y eliminar junto con la actividad del sistema inmunológico aquellos microbios patógenos. Ha sido nuestra energía vital. Nosotros solo observamos.
Ejemplo práctico de autocuración
Hace 30 años me di un golpe de tal magnitud en la zona del riñón izquierdo al entrar en un automóvil que me produjo un quiste con el que viví durante 15 años. En cuanto me rozaba o alguien me agarraba por esa zona el dolor aparecía. La medicina química me mandó una serie de cremas para deshacer el quiste que se me había formado, pero nada dio resultados. Sencillamente me olvidé del tema y aprendí a convivir con el quiste.
A los tres años de ser vegetariano y de empezar un sistema de depuración orgánica como el que recomendamos en SaludBio, llegó el día en el que de repente me subió una fiebre de 38,5º C. Durante dos días no solo se me quitó el apetito sino que la comida me daba auténtica repugnancia. Durante esos dos días padecí dolores en la zona lumbar y en especial en la zona izquierda. La orina era marrón oscuro y muy densa. Lo único que hice fue reposo y ayunar. A los dos días desapareció la fiebre por sí sola y volví a la normalidad.
Después de aquello, al ducharme, observé que el quiste había desaparecido. Me palpaba la zona y no me dolía ni sentía nada. Sencillamente se había disuelto y había desaparecido.
El proceso de autocuración orgánica
Nuestro organismo se está constantemente reparando como muy bien sabe la ciencia médica. Los daños y agresiones que sufren nuestras células son reparados constantemente. La enfermedad no es más que un desarreglo funcional cuya finalidad es el restablecimiento de la normalidad. Pero si queremos potenciar esta capacidad de autocuración tenemos que vivir de acuerdo con las reglas. La autocuración requiere su tiempo. Tenemos que aprender a interpretar los síntomas de nuestro organismo y saber cómo actuar para facilitar el proceso de autocuración. Para esto se necesita Educación para la Salud.
Si un bebé tiene fiebre, los padres se suelen inquietar rápidamente y solicitan al pediatra algún tratamiento para bajar la fiebre. Piensan que la fiebre es mala, que hay que combatirla. La mayoría de las veces no hace falta. Si hay algún tipo de infección, rápidamente solicitamos o se nos prescriben antibióticos. Casi nadie permite que el organismo tome las riendas de la situación. Creemos que los médicos saben más de medicina que nuestro organismo. Creemos que nuestro organismo es un ignorante, un inútil, que se estropea como si fuera un automóvil, que necesita que lo llevemos al taller.
Se equivocan ustedes si piensan así. Nuestro organismo sabe más de medicina que todos los médicos juntos del mundo.
¿Qué animal salvaje necesita ir al veterinario? Solo los animales domésticos a los que hemos malcriado con nuestros hábitos alimenticios. Los animales salvajes se autocuran.
¿Está usted mentalmente dispuesto a dejar que sea su organismo el que tome las riendas? Para ello usted tiene que vivir de acuerdo con las reglas. Tiene que entender que es la salud y la enfermedad. Tiene qué conocer que son las leyes de curación por medio de los alimentos. Tiene que conocer que es la ley de Hering y una crisis curativa. Tiene que saber cómo se desarrolla la enfermedad según la Homotoxicología. Tiene que se saber qué es la energía vital. Tiene que recibir EDUCACION PARA LA SALUD.
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