Qué es la memoria?
La memoria humana es una función cerebral que realizan un conjunto de sistemas que tienen en común la capacidad para almacenar y recuperar información. Presenta una estructura compleja y se lleva a cabo en diversos lugares del cerebro. Los procesos implicados en la memoria tienen que ver con la adquisición, consolidación y recuperación de la información.
La mayoría de las personas somos conscientes de la importancia de nuestra memoria en el momento en que tenemos algún fallo, por ejemplo cuando hemos olvidado las llaves de nuestro hogar o no hemos comprado algo que necesitábamos. Esto nos produce frustración y nos hace percibir que nuestra memoria se encuentra implicada, en mayor o menor medida, en todas las acciones que realizamos.
Sólo hace unos cien años que se investiga científicamente sobre la memoria y gracias a estos estudios sabemos que percibimos la información a través de diversos sistemas sensoriales, que almacenamos dicha información en distintos dispositivos y que no siempre podemos recuperarla con la misma facilidad.
Tipos de memoria
Cuando percibimos una información a través de los sentidos (principalmente vista y oído), esta pasa a los almacenes de memoria más breves que tenemos, es la llamada memoria sensorial y su duración es de unas fracciones de segundo. Para que este estímulo se mantenga en la memoria, otras estructuras lo transforman y lo llevan a registros más duraderos.
La memoria a corto plazo es el sistema donde se localiza la información a partir de la cual el individuo interactúa con el medio. Es algo más duradera que la memoria sensorial, pero también está limitada.
Por último, la memoria a largo plazo es el almacén al que hacemos referencia cuando comúnmente nos referimos a la memoria, es como una base de datos que contiene información de distinta naturaleza y está implicada en el desempeño de funciones tan importantes como:
- Ser conscientes de nuestra identidad personal
- Aprender nuevos conocimientos
- Descifrar lo que percibimos
- Desempeñar rutinas de acción ya aprendidas
- Ser capaces de comunicarnos con los demás
Cómo funciona la memoria
Además de registrar la información de una forma tan sofisticada, la memoria también nos permite poder recuperarla en el momento que la necesitamos. No es sólo un almacén para guardar, sino que nos permite utilizar los datos cuando queremos y de una manera funcional. Para que esto sea así, nuestro cerebro ha tenido que ser capaz de registrar los estímulos que nos rodean de forma selectiva, almacenando sólo aquellos que son relevantes para nosotros, además de tener la capacidad de almacenar la información de forma ordenada para que podamos acceder a ella con rapidez.
Pero no siempre recordamos las cosas con la misma facilidad, en ocasiones no sabemos dónde hemos dejado la cartera o nos cuesta mucho memorizar las capitales de los países europeos para un examen. Llegados a este punto es fácil preguntarse porqué unas veces recordamos las cosas con facilidad y otras no, es decir, porqué se produce el olvido. ¿De qué depende que un sistema tan complejo y bien estructurado falle en ocasiones?
Aunque esto es un tema abierto a nivel científico, existen algunas teorías sobre porqué olvidamos. Unos postulan que algunas huellas nuevas de memoria interfieren sobre otras más antiguas, otras que estas huellas de memoria decaen con el paso del tiempo y otras que esa huella se “descompone” perdiéndose algunos componentes. Lo que parece estar cada vez más claro es que tanto el recuerdo como el olvido dependen de factores como la motivación y del modo en que el acontecimiento que se debe recordar se enmarque en el contexto social de la persona.
Recomendaciones para cuidar nuestra memoria
- Mantener un buen nivel de actividad mental y social. Educarse permanentemente.
- No exponerse a situaciones de riesgo, los traumatismos, las enfermedades cerebrovasculares… producen deterioro en la memoria.
- Aprender a manejar el estrés, ya que en niveles elevados puede alterar nuestra capacidad de memoria.
- Mantener hábitos de vida saludables: alimentación equilibrada, ejercicio físico, etc.
- Descansar lo suficiente y mantener un patrón de sueño adecuado para que el cerebro pueda archivar la información adquirida durante el día.
- Ingerir sólo los medicamentos imprescindibles, ya que muchos pueden afectar a la memoria.
- No consumir bebidas alcohólicas ni drogas.
- En caso de notar problemas con la memoria consultar con un especialista. Muchos de los trastornos de memoria son susceptibles de rehabilitación.
Ejercicios que ayudan a mejorar la memoria
- Asociar la información que queremos recordar con alguna otra cosa, por ejemplo los datos geográficos que estamos estudiando con viajes que hemos realizado.
- Asegurarnos que comprendemos la información que queremos memorizar y relacionarla con cosas que ya sabemos de ese tema.
- Motivarse con la tarea. El compromiso emocional mejora la ejecución.
- Manejar la información. Preguntarse, meditar, conversar sobre la información aprendida.
- Hacer respasos.Cierto profesor universitario reveló que un solo minuto de repaso inmediato multiplica por dos la información que se recuerda. De modo que, una vez concluya su lectura o una sección significativa de ella, revise mentalmente las ideas principales y trate de memorizarlas. Piense en cómo explicaría con sus propias palabras los puntos aprendidos.
- Hacer listas, mentales o por escrito.
- Utilizar recursos nemotécnicos. Por ejemplo, para recordar una clasificación larga, formar una palabra sin sentido con la letra o sílaba inicial de cada apartado, recordar el número de apartados de esa clasificación, etc.
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