La ionización del aire En la naturaleza suele haber, en condiciones normales, un cierto equilibrio iónico. La concentración normal de iones en el aire está entre los 1000 y los 2000 iones por centímetro cúbico, con la proporción de 5 positivos por 4 negativos. En ambientes con predominio de iones de carga negativa el desarrollo de las plantas es espectacular. Un excesivo predominio de iones positivos es perjudicial para nuestra salud, debilita a las personas y al resto de los seres vivos, disminuye nuestras defensas inmunológicas, dificulta la circulación sanguínea y suele acarrear problemas respiratorios. De hecho, el polvo en suspensión del aire atrapan los iones negativos, lo que hace que predomine el ambiente cargado positivamente provocando dificultad al respirar. Por otra parte, las minúsculas gotas de agua en el aire atrapan los iones de carga positiva dejando un ambiente cargado negativamente. Esto se nota en el ambiente agradable después de una buena lluvia, en medio de un bosque espeso o cerca de una cascada.
La estancia prolongada en ambiente cargados con iones negativos en una proporción doble o triple a la normal no ha proporcionado nunca problemas de salud.
Causas de ionización
- Las tormentas. Horas e incluso días antes ambiente positivo. Después equilibrio.
- Las corrientes telúricas. Ionización positiva.
- La radiactividad natural. Ionización positiva.
- Las fases lunares.
- El viento. Si es seco y cálido carga el ambiente positivamente.
- Las fibras sintéticas. Se cargan positívamente a nivel de la superficie de la piel.
- La contaminación atmosférica. Reduce casi a cero la ionización del aire haciéndolo irrespirable.
- El aire acondicionado. Suele estar cargado positivamente debido a la fricción del aire con las conducciones metálicas.
- El televisor y el ordenador. En su proximidad se produce una saturación de iones positivos debido a la radiación de la pantalla.
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