Ventajas y beneficios de los alimentos crudos

Desde niños se nos ha acostumbrado a tomar nuestros alimentos cocinados. Romper el hábito de la cocina puede ser difícil para muchos, pero los beneficios de los alimentos crudos no tienen comparación.

Lo primero que podemos hacer es contrarrestar el efecto de los alimentos cocinados tomando diariamente una ensalada junto con la comida y además entre comidas acostumbrarnos a tomar fruta fresca.

Los alimentos cocinados

Desde que el hombre descubrió el fuego sintió la necesidad de tomar alimentos cocinados. De hecho, muchas personas consideran que cuando alguien enferma tomar una comida calentita es un buen remedio para la enfermedad. Además los médicos recomiendan tomar una comida caliente como medio para mantener la salud.

Los alimentos cocinados son buenos en tanto que nos sacian, contienen algunos elementos nutritivos, son fáciles de digerir y se pueden hacer más agradables al paladar y, por lo tanto, más “comestibles” que los alimentos crudos. Sin embargo, cuando el alimento cocinado ocupa el lugar del alimento crudo en la dieta diaria no estamos haciendo las cosas bien, estamos yendo en contra de la naturaleza.

El alimento cocinado puede mantener la vida,  pero no tiene la capacidad de regenerar de reconstruir células vivas y saludables.

Las proteínas, cuando se cocinan en exceso, no se pueden aprovechar completamente dentro del organismo.

Pérdida de vitaminas y minerales

La pérdida de vitaminas y minerales estará en proporción con la cantidad de calor que usemos en la cocción de los alimentos. Pongamos algún ejemplo:

• La tiamina (vitamina B1) se puede perder hasta en un 95%.
• La riboflavina (vitamina B2) se puede perder hasta en un 45%.
• La biotina (vitamina B8 o H1) se puede perder hasta en un 70%.
• El ácido fólico (vitamina B9) se puede perder hasta en un 95%.
• La vitamina C se puede perder hasta en un 80%.

Teniendo esto en cuenta, entendemos que en una comida se puede perder hasta un 80% de las vitaminas  por haber cocinado los alimentos.

Pero además de esto surge otro problema. Cuando comemos alimentos muy calientes provocamos una tensión en el cuerpo que hace que aumenten las pulsaciones, produce la elevación del calor corporal y hace fluir la respiración. Es decir, nuestro metabolismo corporal se altera.

Ventajas y beneficios de los alimentos crudos

Entendiendo las desventajas de los alimentos cocinados, sacamos en seguida conclusiones sobre los alimentos crudos.

A diferencia de los alimentos cocinados, que solo mantienen la vida, el alimento crudo regenera los átomos que crean nuestra propia energía vital. Es decir, son imprescindibles para curar las enfermedades, o mejor dicho para estar saludables.

En los alimentos crudos encontramos todas las vitaminas y minerales que permiten a nuestro cuerpo absorberlos y utilizarlos de la manera apropiada.

Los alimentos crudos limpian nuestro organismo de la toxemia acumulada por los alimentos cocinados. Esto es fundamental ante cualquier terapia saludable, de tal forma que nos libra de la toxemia interna que envenena nuestro cuerpo. No olvidemos que la enfermedad y el envejecimiento están estrechamente relacionados con la acumulación de los desperdicios del metabolismo humano.

Los alimentos crudos, frutas y verduras, proporcionan fibra, sustancia que ahora se reconoce como clave en la prevención de ciertas enfermedades, en especial del colon, cardiacas y la obesidad.

Cada vez se conoce más a fondo los beneficios de que los alimentos contengan fibra. Ahora se ha demostrado que una dieta con alto contenido en fibra exige una mayor masticación promoviendo la salud dental, ejercita los órganos internos, llena sin proporcionar un exceso de calorías, etc.

La complejidad del cuerpo y su relación con la alimentación

La complejidad del organismo es tal que se escapa de la mayoría de los profanos, y es conocida de forma incompleta por los profesionales. Esta falta de comprensión produce la tendencia a subestimar que cada uno de nosotros somos un milagro andante; tan sensibles ante una emoción desagradable, pero lo bastante fuertes como para sobrevivir a grandes esfuerzos físicos.

Algo que puede desorientar a la mayoría de las personas es la capacidad de adaptación que tiene nuestro organismo. Aunque le demos un “combustible” equivocado, nuestro cuerpo “funciona” durante  años. Cualquier maquinaria se destruiría rápidamente si no le damos el combustible apropiado, sin embargo, nuestro cuerpo sigue luchando. Pero si le damos el “combustible correcto”, es decir los alimentos crudos, incluso  se reparará  a sí mismo, algo que no lo puede hacer ninguna máquina.

Tal vez, el que tenga esta capacidad de adaptación pase lo que pase, es una de las razones por las que abusamos tanto de nuestro organismo. La mayoría de las personas viven alimentándose de alimentos inferiores (cocinados, procesados, contaminados, fumigados, etc.), descansan o duermen muy poco, fuman y beben sin control y llevan a su cuerpo a tales límites que suponen que nuestro cuerpo está dispuesto a ser tratado de tal modo. Pero, no lo olvidemos, tarde o temprano, dependiendo de nuestra constitución y hábitos de vida, segaremos lo que hemos sembrado. Y es una lástima que muchas personas no experimenten el placer de tener un organismo saludable, funcionando plenamente, con una sensación de bienestar que recorre todos nuestros órganos y sentidos.

Aire, agua y alimentos saludables, la clave de la salud

Sabemos que el aire es el primer alimento del ser humano, y después viene el agua. Estos dos alimentos, tal  y como está la sociedad actual no son de la mejor calidad. Y lo peor es que la mayoría de nosotros no los podemos controlar.

Sin embargo, la calidad del alimento, el tercer factor clave para la salud, es mucho más fácil de controlar. Es usted el que elige el alimento que va a comprar y almacenar en su frigorífico. Es usted el que decidirá como lo consumirá (cocinado, crudo); y es usted el que determina la cantidad de alimento que consumirá. Es usted la clave de su salud.

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