Manzanas: seguro de salud

La manzana es el fruto del árbol llamado manzano (Pyrus), que era conocido y muy apreciado para su consumo de boca por los pueblos de la antigüedad.

En efecto, su cultivo era conocido tanto de los israelitas como de los griegos y romanos. Y ya de la Edad Media datan testimonios acerca del convencimiento de la amplitud de cultivo de dicha fruta, en especial de la variedad silvestre. Como consecuencia de dicho cultivo surgieron los cruces entre distintas variedades, de los que derivaron las clases actuales.

La composición química de la manzana nos da una imagen real de sus cualidades y de sus efectos beneficiosos sobre el organismo, ya que la amplitud de su variedad de componentes y de su equilibrio racional de entre los mismos la hacer merecedora de una especial predilección y consideración en dietética.

 Composición de la manzana

Composición (por 100g de manzana contiene):

Agua 85g

Proteína 0,3 g

Grasa 0,4 g

Hidratos de Carbono 13 g

Fibra (celulosa y lignina) 1,1 g

Cenizas 0,2 g

Calorías 58 cal./100 g

Potasio 0,111 g

Sodio 0,0053 g

Calcio 0,0074 g

Fósforo 0,01 g

Cloro 0,0025 g

Magnesio 0,005 g

Azufre 0,006 g

Manganeso 0,000084 g

Hierro 0,00044 g

Cobre 0,00009 g

Arsénico 0,00002g

 Además su contenido en vitaminas es el siguiente:

Vitamina A 80 UI.

Vitamina B1 0,033 mg

Vitamina B2 0,033 mg

Niacina 0,26

Vitamina C 10 mg

 Propiedades e indicaciones de la manzana

Es evidente que la composición de las manzanas será variable según se la variedad y el origen de la misma. Pero en general resultan un alimento muy completo y que está muy de moda hoy en día debido a sus cualidades, ya que incluso los médicos la recetan en sus regímenes, debido a que, hoy en día, la manzana es uno de los recursos dietéticos de tipo natural más eficaces con lo que pueden contar el médico o el dietista. Así por ejemplo, suele aplicarse como alimento-medicamento a la dieta de los enfermos de catarro gastro-intestinal, disentería y paratifus, debido a su facilidad de absorción de líquidos estomacales y su rápida digestión. Su contenido en tanino hace que actúe como astringente natural y por su acidez detiene la inflamación.

 La manzana se utiliza en puericultura para contener la diarrea y en la disentería. Se ha visto que es muy eficaz en el tratamiento de la hemofilia debido a que se ha encontrado que la pectina que contiene actúa de acelerador del proceso de coagulación de la sangre.

 La manzana también puede aplicarse con éxito en el tratamiento dietético de las enfermedades renales, la hidropesía y para los enfermos del corazón y del hígado. Por otra parte, su contenido en hierro actúa favorablemente en los casos de anemia.

 La pobreza de la manzana en sales, en proteínas, su bajo contenido en hidratos de carbono y alto en pectina, celulosa y sustancias no metabolizantes, hacen que se muy adecuada su introducción en el menú de los obesos.

 El zumo de manzana no es tan sólo una bebida refrescante, que debería reemplazar ventajosamente a otras bebidas como el café, colas y bebidas alcohólicas, sino que constituyes un verdadero remedio tónico y sedante, muy beneficioso en los trastornos del sistema nervioso.

 En pediatría resulta también una fruta muy interesante y sus derivados son de una muy amplia aceptación y aplicación, por sus efectos beneficiosos sobre el niño.

De modo que ánimo, consuma manzanas todos los días y recuerde el dicho: “una manzana al día del médico te alejaría”.


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