Nuestra experiencia clínica así como la de los más grandes naturópatas o educadores en ciencias de la salud, nos hace llegar a la conclusión de que la mejor terapia que uno pueda emplear es el arte y ciencia de la nutrición. La nutrición es la principal ciencia de la salud.
Son muchas las terapias alternativas disponibles dentro de las llamadas medicinas alternativas o medicina natural: la osteopatía, quiropraxia, fitoterapia, geoterapia, hidroterapia, homeopatia, etc, etc. Todas ellas aportan remedios y ayuda a las personas que las practican, pero a su vez todas ellas reciben una gran ayuda complementaria gracias a la nutrición.
La medicina alopática convencional, con su vergonzosa indiferencia hacia la ciencia de la nutrición durante siglos, está empezando ahora a tomar conciencia de lo mucho que la correcta nutrición puede aportar en el campo de la salud. No existe disciplina terapéutica que no mejore con la suma de la ciencia de la nutrición. Y es más, ninguna terapia puede ser verdaderamente eficaz sin la nutrición adecuada.
En los últimos años la ciencia médica ha encontrado, y continúa descubriendo, una conexión inequívoca entre una mala nutrición y las enfermedades. Sin embargo, la verdadera medicina natural siempre ha tenido la certeza de que casi todas las enfermedades están asociadas con una deficiencia química nutricional.
Es cierto que la nutrición requiere un cambio en la manera de vivir. Otras terapias parece que son eficaces sin tener que hacer esos cambios que la nutrición adecuada requiere; pero a la larga no son más que remedios temporales. Es imposible estar saludable tomando medicinas y comiendo comida basura. Una cucharadita de azúcar puede ayudarnos a que la medicina sea mejor aceptada, y todo parece más fácil, ¡pero fueron las muchas cucharadas de azúcar las que hicieron necesaria la medicina en un principio! De modo que podemos llegar a la conclusión de que todas las terapias ocupan un lugar secundario al compararlas con la nutrición.
Homeopatía y nutrición
Los medicamentos homeopáticos a diferencia de los medicamentos químicos, son altamente refinados y diluidos, y no contienen preparaciones químicas inorgánicas que son comunes en los medicamentos tradicionales. Si hacemos una análisis del iris de los pacientes que tienen la costumbre de tomar ambos tipos de medicamentos podemos observar que los medicamentes homeopáticos no dejan huella en el iris, mientras que los medicamentes químicos sí lo han hecho, y algunos lo siguen haciendo. La razón es la que la medicina homeopática actúa en el cuerpo a nivel vibratorio, energético. Tienen un poder de acción mucho más sutil. Esta es la razón por la que no tienen efectos secundarios indeseables. Sin embargo, si una persona usa solo medicamentos homeopáticos podrá ver alivio y curación de sus trastornos pero de modo temporal. A la larga volverán a aparecer los mismos síntomas u otros relacionados. Si verdaderamente deseamos alcanzar LA SALUD es preciso combinar la homeopatía con las terapias nutricionales. Solo así conseguiremos ayudar a la naturaleza para que nos restaure la salud.
Pues bien, de la misma manera que decimos esto de la homeopatía se podría decir de otras terapias alternativas. Todas pueden y son útiles, pero sin la terapia nutricional se quedan cojas, son incompletas.
¿Cómo sabemos que la nutrición tiene tanta importancia para la salud?
En primer lugar por los resultados de la experiencia clínica. Pero hay otra razón. Ya hemos comentado en nuestra web que la Iridología nos permite hacer un seguimiento de la evolución de un tratamiento natural. En iridología, la aparición de las llamadas líneas de curación en el iris son una manera de valorar el proceso curativo. Las líneas de curación son la marca inequívoca de que la curación real está en proceso. Pues bien, la nutrición y la iridología van de la mano. A través del análisis iridológico podemos observar un regreso a la salud, una restauración de la integridad de los tejidos mediante el empleo de la nutrición. Ningún régimen terapéutico sin el complemento de la nutrición podrá lograr que aparezcan las líneas de curación en el iris. Es igual la terapia que se use, homeopatía, osteopatía, fitoterapia, etc. Esto se debe a que a menos que cambiemos nuestros hábitos alimenticios por los de la correcta nutrición jamás conseguiremos crear nuevos tejidos saludables. Somos lo que comemos, y eso es incuestionable.
Algunos iridólogos han cuestionado las llamadas “líneas de curación” porque dicen que nunca las han visto en el iris de sus pacientes. Pues bien, estos que las cuestionan, no las han visto por la sencilla razón de que no han puesto en práctica la ciencia de la nutrición de la forma adecuada como tratamiento para sus pacientes.
Es una lástima que después de tantos años de esfuerzo y estudio de la iridología como análisis de la salud individual, todavía no tenga el lugar que se merece en el campo de la medicina. La iridología debe ser tomada en serio, de la misma manera que en los últimos tiempos la nutrición ha comenzado a recibir la estimación que con pleno derecho se merece.
No olvidemos que en la nutrición debemos incluir el cuidado y alimentación de nuestra mente. Esta es la nutrición mental y espiritual, tan importantes y necesarias como la nutrición física. Es nuestra nutrición lo que alimenta nuestras células y produce los cambios histológicos observables en los iris. La nutrición es la ciencia por excelencia y está por encima de todas las demás ciencias en el arte de la curación.
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