Es muy común en estos días ver a la gente comprar vitamina C en píldoras, tabletas masticables, cápsulas o en polvo ya que comienza la temporada de resfriados y gripe.
Mientras que algunos no tienen la menor duda de que la vitamina C ayuda a fortalecer el sistema inmunológico aumentando sus funciones, otros siguen cuestionando si los suplementos verdaderamente ayudan.
Hay muchos estudios que demuestran definitivamente que la vitamina C es necesaria para la producción de colágeno y que sin ella a la larga uno moriría de escorbuto.
Otros estudios han encontrado beneficios de la vitamina C en otras áreas, haciendo hincapié en sus propiedades antioxidantes. Son muchos los que afirman que la vitamina C puede ser utilizada en altas dosis para curar el resfriado común o disminuir el grado y gravedad de las enfermedades.
Vitamina C y cáncer
En primer lugar se ha estudiado que la vitamina C ayuda en la lucha contra el cáncer. Un estudio interesante preliminar se llevó a cabo con células cancerígenas en un tubo de ensayo. Los científicos administraron “infusiones” de vitamina C a un conjunto de nueve cultivos de células cancerosas y cuatro cultivos de células normales. Las células cancerosas tuvieron una disminución del cincuenta por ciento en la tasa de supervivencia, mientras que las células normales no parecían estar afectadas. Es decir, la vitamina C parecía destruir las células cancerosas, por lo menos en el entorno del laboratorio. Si bien esto es prometedor, hay que señalar que esto no es un estudio que se llevó a cabo en seres humanos, y muchas investigaciones que pueden ser prometedores en el laboratorio, después resultan que simplemente no funcionan en los ensayos en el mundo real.
Vitamina C y diabetes
Los diabéticos también pueden estar interesados en saber que la vitamina C está siendo estudiada como una forma de aumentar la receptividad del organismo a la insulina. La enfermedad se debe en parte, o se caracteriza, por la incapacidad de los vasos sanguíneos para responder al óxido nítrico (NO) que es secretado por las paredes de los vasos sanguíneos y estimula a que los músculos se relajen aumentando el flujo sanguíneo a las áreas del cuerpo. Si no se produce este proceso de relajación el organismo se resistirá a la correcta asimilación de la insulina. Se ha confirmado que las inyecciones de vitamina C mejoran la reacción de la pared vascular al NO en los pacientes diabéticos. En un nuevo estudio se investiga la eficacia de la vitamina C en uso oral en pacientes diabéticos.
Vitamina C y resfriados
Había muchos, muchos estudios realizados para tratar de determinar si la vitamina C puede prevenir el resfriado común. En los años setenta del siglo pasado hubo una serie de pruebas a cargo de un equipo encabezado por el doctor Terrence Anderson de la Universidad de Toronto. Sus estudios encontraron los mismos resultados que muchos otros estudios, que la vitamina C aunque necesaria para el cuerpo no previene el resfriado común. Lo que sí hace es disminuir la cantidad de tiempo que padece uno el resfriado, como promedio. Además se sabe que no hay necesidad de tomar dosis muy altas para conseguir esto. Parece ser que una dosis de 250 mg/día durante un resfriado, cuando el frío es extremo, puede conseguir el mismo efecto que dosis muy altas de vitamina C. Pero recuerde simplemente se puede conseguir disminuir los efectos de aminoración de los síntomas y la duración del resfriado; no tanto su prevención. Una vez ha pasado el resfriado se puede volver al valor recomendado diario de 60 mg., aunque en esto de la dosis recomendada por día tampoco se ponen de acuerdo los investigadores.
Resumen de las principales indicaciones de la Vitamina C
Artritis, Bursitis, Herpes bucal, Ataque cardíaco, Arterioesclerosis, Piorrea, Gingivitis, Trastornos dentales y de encías, Gastritis, Agotamiento adrenal, Cirrosis, Hepatitis, Fracturas, Osteomalacia, Fibrosis cística, Estreñimiento, Cáncer de colon, Infecciones recurrentes, Cataratas, Glaucoma, Degeneración macular, Retinopatía, Insufiencia pancreática, Abscesos, Ulcera de decúbito, Fururnculosis, Contusiones, Quemaduras, Carbunclo, Litiasis renal (según el tipo de cálculo la vitamina será o en su fórmula ácida o alcalina), Cistiis, Anemia, Aterosclerosis, Fragilidad capilar, Hematomas, Colesterol alto, Diabetes, Gota, Leucemia, Mononucleosis, Anemia perniciosa, Derrame cerebral, Autismo, Fatiga, Hipoxia, Meningitis, Esquizofrenia, Enfermedad de Parkinson.
Fuentes principales de la vitamina C
Guayaba, coles de Bruselas, pimientos rojos crudos, pimientos verdes crudos, grosellas negras cocidas, kiwis, zumo de naranja, mangos, col cruda, brócoli, coliflor hervida, melocotón, tomates, boniatos hervidos, mandarinas, maracuyá, col hervida, etc.
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