Biología. La nutrición de los organismos

Enzimas y sus propiedades. Clasificación.
La mayor parte de las reacciones químicas que tienen lugar en la células se hacen posibles gracias a las enzimas o fermentos, que son biocatalizadores producidos por las mismas células y gracias a los cuales aumenta considerablemente la velocidad de las reacciones químicas.

Las enzimas del tubo digestivo son las que hacen posible la digestión de los alimentos. Sin estas enzimas la digestión duraría días. Cada enzima actúa sobre una sola sustancia. Por ejemplo, las proteasas actúan sobre las proteínas, la amilasa sobre el almidón, la lipasa sobre las grasas, etc. Dentro de las propiedades de las enzimas destacaremos que son solubles en agua y se precipitan por el alcohol.

Cada fermento tiene un pH óptimo de actividad. Por ejemplo, la pepsina del estómago ha de actuar en un medio ácido y la tripsina del jugo pancreático en una medio alcalino. De modo que si echamos un ácido y lo mezclamos con un almidón (limón y arroz) la amilasa no podrá digerir el almidón.

La temperatura también influye. La amilasa salivar queda inactivada a 0º C o cuando está a temperaturas muy altas. Podemos clasificar las enzimas en hidrolíticas y respiratorias.. Las enzimas hidrolíticas descomponen por hidrólisis los principios inmediatos en sus unidades elementales constitucionales. Las enzimas respiratorias son oxidantes fundamentalmente y están encargadas de catalizar los procesos respiratorios celulares.

Las vitaminas y sus propiedades
Las vitaminas son sustancias orgánicas que existen en los alimentos y que en cantidades muy pequeñas son necesarias para las funciones vitales. Las vitaminas se dividen en dos grupos: hidrosolubles (complejo B y C) y liposolubles (vitaminas A, D, E y K) Las primeras necesitan estar disueltas en agua para su absorción por el organismo y las segundas en aceite.

La fotosíntesis
La fotosíntesis es un proceso que transforma en carbono orgánico el gas carbónico tomado del aire o disuelto en el agua. La sustancia orgánica primaria formada es la glucosa, que típicamente se almacena bajo la forma de almidón. La sustancia capaz de absorber las radiaciones luminosas es la clorofila, pigmento que da el color verde a las plantas. En la función clorofílica se han de distinguir dos reacciones. Una es la reaccion luminosa, en la que la clorofila es excitada por la luz y se rompe la molécula de agua en sus componentes; y la reacción oscura, en la que el gas carbónico es convertido en orgánico, para lo que se utiliza la energía obtenida en la reacción luminosa.

Ciclos del C, N, S y P
Ciclo del carbono. La fotosíntesis convierte el carbono mineral en carbono orgánico, formando materia vegetal, la cual pasa después a los animales fitófagos y finalmente a los carnívoros, volviendo otra vez el carbono orgánico a su forma inorgánica por la muerte y descomposición de los seres vivos.

Ciclo del nitrógeno. Las plantas verdes absorben, junto con el carbono, el nitrógeno bajo la forma de nitratos del suelo, que después constituyen los aminoácidos. Los animales toman este nitrógeno que, con la muerte y putrefacción ocasionada por las bacterias, se desprenden como amoníaco, nitritos y finalmente nitratos gracias a la acción de las bacterias. El nitrógeno atmosférico también es utilizado por ciertas bacterias.

Ciclo del azufre. Las plantas verdes toman el azufre bajo la forma de sulfato, que llega a estar presente en las proteínas. Pasa a los animales y, en la putrefacción, las bacterias lo desprenden como ácido sulfhídrico. Las bacterias de la tierra lo vuelven a transformar en ácido sulfúrico y sulfato.

Ciclo del fósforo. El fósforo proviene del apatito, mineral magmático. Las aguas lo disuelven y las raíces de las plantas verdes lo absorben. Este ciclo se caracteriza por estar siempre rodeado de una atmósfera de oxígeno.