En este repaso a las leyes de la curación por los alimentos de Bernard Jensen comenzamos por la primera ley.
1. El alimento debe ser natural, integral, completo, puro y fresco.
Razón: mientras el alimento sea más próximo a lo natural, el estado creado por Dios, más alto es su valor alimenticio.
El alimento debe ser natural
Como Jensen nos recuerda nuestra alimentación debe estar formada por alimentos naturales, es decir, tal y como la naturaleza, o el Creador nos lo presenta. Entender esto es importantísimo. En la naturaleza no encontramos árboles que nos den pizzas. No vemos embutidos colgando de los árboles o saliendo de la tierra. Lo que observamos es que la naturaleza nos ofrece frutas, verduras, hortalizas, semillas de árboles, etc. Estos deberían ser nuestros principales alimentos y no los elaborados por nosotros.
Como dijo en una ocasión el mismo Jensen, “no hay alimento que fabrique el hombre que pueda superar al que Dios ha creado”. En los alimentos que Dios ha creado tenemos todo lo que necesitamos.
Además en la naturaleza no observamos que los animales tengan que cocinar para alimentarse. No lo necesitan para vivir. ¿Y nosotros? ¿Es que Dios o la naturaleza se han equivocado con los humanos y no nos han hecho una tortilla de patata, un guisado de lentejas o un asado de solomillo? La cocina es un atraso y una pérdida de tiempo. Por favor, entiéndanos, no queremos decir que no se pueda o deba usar la cocina. Seamos razonables, por supuesto que sí. Pero si usted está enfermo aléjese lo más posible de la cocina y acérquese a los alimentos crudos o naturales como Dios los creó.
El alimento debe ser integral
Los alimentos naturales son integrales, es decir, no están refinados, blanqueados o pelados y, por supuesto son más nutritivos. No hace falta por lo tanto pelar una manzana o un pera. Si desea beneficiarse del poder total del los alimentos cómalos integrales. No queremos decir que se coma la cáscara del plátano o el hueso del albaricoque, pero sí que hasta donde sea posible rechace lo blanqueado (azúcar, harinas y sal refinadas, etc.) lo pelado, lo mutilado por las multinacionales de la alimentación. Jensen nos recuerda que los animales a los que se les dio alimentos desnaturalizados, pelados y refinados enfermaron debido a que se suprimió los elementos bioquímicos y el alimento ya no estaba completo, como Dios lo creó para nosotros.
El alimento debe ser completo
Aunque está estrechamente relacionado con lo integral; sin embargo, aquí podemos hacer una observación también muy importante. La naturaleza solo nos ofrece alimentos completos. Por ejemplo, un naranjo no produce zumo de naranja, sino naranjas completas. Un olivo no produce aceite de oliva, sino olivas. Un cereal es integral. Cuanto más completo sea el alimento que comamos más saludable y nutritivo será. De modo que si deseamos tener salud consumamos alimentos completos.
¿Quiere esto decir que estamos en contra del aceite de oliva o el zumo de naranja? Por supuesto que no. Al contrario, son jugos de los que podemos sacar un beneficio extra. Si además de nuestra alimentación natural, integral, completa añadimos zumos de frutas o verduras o aceites de cultivo biológico de primera prensión es como si estuviéramos dando a nuestro organismo un “abono” especial, o extra, que nos permitirá mantenernos saludables. Sería como suplementos nutricionales naturales.
Pero piense un poco, imagínese que solo se puede alimentar o de aceite de oliva o de olivas completas ¿cómo viviría usted más tiempo, tomando aceite de oliva, o las olivas completas? Sin lugar a dudas tomando las olivas o las aceitunas, ya que estas poseen unos nutrientes (vitaminas y minerales) y fibra que el aceite de oliva no posee. Lo mismo diríamos de los demás jugos.
Sin embargo, los jugos tienen una importancia excepcional cuando estamos enfermos. Deberían ser los principales alimentos que tendríamos que consumir para permitirnos tomar ciertos nutrientes y lavar o limpiar al organismo de las innumerables toxinas responsables de nuestra enfermedad.
El alimento debe ser puro
El doctor Jensen con esto nos quiere enseñar que si deseamos tener salud debemos evitar todo el arsenal de productos químicos que se añaden a los alimentos: conservantes, espesantes, edulcorantes, pesticidas, etc., etc. Recuerde que el uso de estos productos químicos solo beneficia a las multinacionales de la alimentación para que sus materias primas no se les echen a perder. A nosotros no nos benefician en nada; al contrario son gran parte del problema del número cada vez creciente de enfermedades alérgicas y degenerativas que existen.
El alimento debe ser fresco
Aquí también podemos hacer una reflexión importante. De nuevo la naturaleza nos enseña si somos un poquito observadores. Por alimento fresco deberíamos entender, el alimento que está en su estado más óptimo de ser consumido. Es decir, debemos consumir alimentos frescos, vivos, recién cosechados, maduros; no alimentos que, aunque sean naturales, integrales y completos, ya hayan perdido parte de sus nutrientes por estar pasados, o por estar inmaduros, o recogidos ante de tiempo, o en un frigorífico una semana. En la naturaleza no hay frigoríficos. En la naturaleza no hay latas de conserva. De los árboles no cuelgan latas de mejillones, etc. Los animales salvajes no los necesitan para vivir en un ecosistema equilibrado. Solo nosotros, que nos creemos más sabios que el resto de la creación hemos fabricado utensilios (frigoríficos, microondas, cocinas, conservas) que en vez de ayudarnos a estar más cerca del alimento natural, nos alejan de éste.
Como habrán podido observar, las leyes de Bernard Jensen sobre la curación por la alimentación, cuando las vayamos analizando nos darán mucho en qué pensar. Recuerden que en SaludBio no nos gustan los extremismos. Deseamos que se queden con los principios que hay tras estas leyes. No hace falta que seamos fariseos cargándonos con reglas estrictas sobre alimentación que nos amarguen nuestra existencia. Los comentarios que hemos hecho sobre esta primera ley solo deberían servir para recordarnos lo que mejor nos conviene. Todos sabemos que un plato bien cocinado puede ser una excelente fuente de nutrientes y agradable al paladar. Un frigorífico nos puede ahorrar mucho tiempo que también podemos dedicar a otras cosas. Pero no lo olviden, si usted desea estar saludable, si usted desea recuperar su salud ya que está pasando por una enfermedad, su alimento debe ser natural, integral, completo, puro y fresco.
Indice de esta serie: Las leyes de curación por medio de los alimentos
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Comentarios
Pablo Daniel Almada replied on
Alimento natural, integral, puro y fresco
Hola Saludbio
Muy bueno el artículo. La verdad que sí, tenemos que comer los alimentos naturales que Dios nos ha dada, puros integral y fresco. Es mucho saludable. Dios sabe lo que hace.
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