Enfermedades por déficit de minerales - Alimentos ricos en minerales

La importancia de los minerales

Cada órgano de nuestro cuerpo está hecho, entre otras sustancias, de minerales: los huesos, la estructura celular, líquido linfático, arterias, órganos, tejidos, músculos, cabello, etc. No podemos vivir sin minerales, y nuestro cuerpo no produce minerales.

¿De dónde obtenemos los minerales? De la alimentación. Los conseguimos de las frutas, verduras y frutos secos principalmente, y de forma adicional de suplementos de minerales. Dado que sólo el 10% de la gente come suficientes frutas y vegetales, el resto puede llegar a ser deficiente en minerales. Pero si somos de los que comemos suficientes frutas y verduras, ¿por qué tenemos que tomar un suplemento mineral?

Hace mucho tiempo el suelo era rico en minerales, de modo que las frutas y verduras también tenían una excelente composición de minerales. Antes, las frutas y verduras no eran recogidas antes de tiempo, ni congelados, radiados, o almacenado en gas argón. Los que comían verduras y frutas regularmente, conseguían un buen suministro de minerales y rara vez tiene una deficiencia.

Hoy en día es todo lo contrario. No podemos conseguir bastantes minerales por comer simplemente frutas y verduras. Ahora comemos más verduras cocidas, más verduras empaquetadas, frutas y verduras en conservas, procesadas, y frutas de otros países que no se les deja madurar. Hoy, necesitamos complementar nuestros hábitos alimenticios con algún suplemento mineral para compensar la falta de minerales en nuestra alimentación  o por la comida basura que existe.

Por supuesto, una forma de combatir esto es volviendo al pasado, buscar alimentos ecológicos y de zonas donde no haya una excesiva explotación del terreno. Cada día son más los lugares dónde podemos acceder a la compra de estos alimentos ecológicos.

Enfermedades relacionadas con la falta de minerales y alimentos ricos en minerales

Aquí se da una lista parcial de las enfermedades y sus deficiencias relacionadas con los minerales y debajo de cada mineral los alimentos que poseen ese mineral de forma notable.

Calcio.  Retracción de las encías, SPM, ataques de pánico, calambres musculares, pulmones débiles, dolor de espalda baja, cálculos renales, insomnio, debilidad de los huesos, espolones óseos, depósitos de calcio.

Alimentos ricos en calcio: quesos, requesones, verduras, algas, leche de cabra, semillas de sésamo, cereales integrales, semillas y almendras.

Sodio. Inquietud nerviosa, problemas de visión, confusión mental, falta de saliva, dolor de cabeza frontal, lengua cubierta de sarro, articulaciones que crujen, mal aliento, fatiga, tendones rígidos, rigidez en las articulaciones.

Alimentos ricos en sodio: leche de cabra, suero de leche de cabra, higos, manzanas, albaricoques, col rizada, algas marinas, ciruelas, pasas, fresas, semillas de girasol, aceitunas negras, apio, espárragos, verduras en general.

Potasio: miedo, enfermedades mentales, baja energía, dolores y punzadas, acidez (pH bajo), tendencia hacia la violencia, desconfianza, pérdida de ambición, nerviosismo, negatividad.

Alimentos ricos en potasio: las aceitunas negras, el caldo de patatas, verduras amargas, algas, semillas y frutos secos, vinagre de manzana, leche de soja, espinacas, leche de cabra, uvas, manzanas, plátanos, queso, pepinos, lechuga, etc.

Magnesio:  TDAH, anorexia, calcificación arterial, baja absorción de calcio, convulsiones, depresión, trastornos gastrointestinales, trastornos del crecimiento, migrañas menstruales, osteoporosis, temblores, mal humor, desmayos.

Alimentos ricos en magnesio: semillas y frutos secos, harina de maíz amarillo, cascarilla de arroz, germen de trigo, aguacate, coco, espinacas, leche de cabra, uvas, miel, etc.

Fósforo: debilidad constante, neuralgia, entumecimiento, falta de confianza, oxigenación lenta, sensibilidad a los ruidos o la crítica, fatiga.

Alimentos ricos en fósforo: la carne, yema de huevo, productos lácteos, pescado, almendras, salvado de arroz, semillas de calabaza, soja, lentejas, semillas de girasol, diversos tipos de frijoles, zanahorias, nueces, lentejas, repollo.

Manganeso: TDAH, asma, síndrome del túnel carpiano, convulsiones, pérdida de la libido, aborto involuntario, retraso en el crecimiento, pesadillas.

Alimentos ricos en manganeso: nueces y otros frutos secos y semillas, piña, perejil, lechuga, apio, arándanos, los albaricoques, etc.

Cobre: TDAH, anemia, artritis, conducta violenta, parálisis cerebral, colesterol alto, párpados caídos, canas, hernias, cirrosis hepática, problemas de aprendizaje, niveles bajos de azúcar, alto riesgo de accidentes cerebrovasculares, venas varicosas.

Alimentos ricos en cobre: hígado, mariscos, almendras, verduras, legumbres de hoja verde, cereales integrales.

Selenio: manchas de la edad, envejecimiento de la piel, enfermedad de Alzheimer, cáncer, fibrosis quística, fatiga, palpitaciones del corazón, VIH, hipotiroidismo, daño hepático, debilidad muscular, escoliosis.

Alimentos ricos en selenio: germen de trigo, salvado, cereales integrales, cebolla, brócoli, huevos, mariscos, productos lácteos, carne, espárragos, tomates, setas, nueces.

Yodo: bocio, trastornos menstruales, confusión mental, problemas cardíacos y pulmonares

Alimentos ricos en yodo: algas, pescado, sandía, hojas de mostaza, pimientos verdes, berenjenas, coles de Bruselas, cebolletas, zanahorias, alcachofas, agar-agar.

Hierro: fatiga, baja auto-inmunidad, anemia, depresión, presión arterial baja, trastornos en el habla, mala memoria, resfriados.

Alimentos ricos en hierro: verduras, frutos secos, algas, cerezas, bayas rojas, clorofila líquida, fresas, apio, espinaca, semillas de girasol, arroz integral, melaza, huevos, leche de cabra, judías pintas.

Zinc: TDAH, pérdida del cabello, defectos congénitos, olor corporal, trastornos cerebrales, diarrea, lenta curación, defectos cardíacos, hernia, impotencia, trastornos en los pulmones, próstata, pérdida del sentido del olfato, baja estatura.

Alimentos ricos en zinc: leche de cabra, levadura de cerveza, semillas de calabaza, germen de trigo, salvado de trigo, alimentos ricos en proteínas, leche de vaca, etc.

Cromo: TDAH, pérdida inesperada de peso, recuento bajo de espermatozoides, diabetes, depresión maníaca, problemas de aprendizaje, problemas de crecimiento, hiperactividad, enfermedad coronaria de los vasos sanguíneos, cataratas, alteración de los niveles de azúcar.

Alimentos ricos en cromo: levadura de cerveza, cereales integrales, almejas, carne, especias, aceite de maíz.

Hay más minerales que los mencionados anteriormente. Este es sólo un ejemplo para concienciarnos de la importancia que tienen los minerales en la salud. Y recuerde que la falta constante de un mineral específico puede conducir a una enfermedad grave.

Una solución es tomar diariamente algún suplemento rico en minerales.

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