En los pasados 40 años el conocimiento de la fibra dietética ha cambiado por completo la ciencia de la nutrición y las ideas médicas sobre las causas de muchas enfermedades en el mundo occidental.
La alimentación con alimentos basados en carnes y alimentos procesados, elaborados para satisfacer los gustos sofisticados, más que beneficiar a la humanidad ha causado graves daños.
Hace unas décadas los dietistas se preocupaban sólo de los elementos nutritivos de la comida. A la fibra se la consideraba material de desecho sin importancia. Sin embargo, hoy es el elemento más buscado de nuestra dieta y su ausencia es considerada como la causa de muchas enfermedades comunes.
T. L. Clave, cirujano de la marina británica fue uno de los primeros en darse cuenta de la diferencia de enfermedades que había en el mundo occidental comparado con el oriental. La teoría de Clave fue que muchas de estas enfermedades se pueden explicar por el refinamiento de los carbohidratos, durante el cual se seca y desecha la parte rica en fibra de los alimentos. Lo que queda de ese refinamiento, es la parte rica en energía.
Clave pensó que este refinamiento tenía dos consecuencias peligrosas para el ser humano: primero causar enfermedades digestivas por la alteración de los intestinos, y segundo fomentar una nutrición excesiva debido al consumo de alimentos ricos energéticamente, alimentos que se consumen y digieren con demasiada facilidad.
Aunque todavía se sigue investigando sobre los beneficios de la fibra, la falta de fibra en la alimentación junto con el excesivo consumo de grasas son factores claves en muchas de las enfermedades del mundo occidental.
Beneficios de la fibra
La fibra dietética se compone de restos sin digerir de células vegetales, en especial las paredes de las células, que están hechas de celulosa. Esta fibra disminuye la velocidad de absorción de los elementos nutritivos del material vegetal a medida que atraviesa el intestino delgado. Pero cuando la fibra llega al colon se descompone por los millones de bacterias que viven en el intestino grueso. Durante este proceso se escinde el carbohidrato y se liberan gases.
El principal constituyente de la fibra es la celulosa, la cual se compone de largas tiras de unidades de glucosa unidas en cadenas paralelas. Algunos de los componentes de la fibra son hidrosolubles, como las gomas y el mucílago. La goma está presente en la avena (lo cual le da esa textura pegajosa) y en algunas judías.
Se ha observado que debido al consumo de fibra las heces aumentan de peso y volumen. Se ha pensado que la fibra hace que las heces retengan más agua; pero parece ser que el tema es más complejo de lo que se creía en un principio.
Por lo menos la mitad del peso de las heces se compone de bacterias. Esta proporción aumenta cuando aumenta el contenido de fibra en la dieta; y esto es debido a que la fibra es la principal fuente de alimentación de las bacterias.
La cantidad de fibra que necesita un individuo varía de uno a otro, de hecho se puede vivir sin comer casi fibra. Un ejemplo de esto lo tenemos en los esquimales, que probablemente pueden pasar casi sin fibra gracias a las enormes cantidades de grasas que consumen en su dieta y que les provoca los movimientos intestinales. La clave de todo claro está es comer alimentos enteros integrales, y evitar en todo lo posible los alimentos refinados.
Formas de consumir fibra
Una forma sencilla de consumir fibra está en consumir pan integral. Una rebanada contiene como media 5 gramos de fibra. Se calcula que necesitamos alrededor de unos 30 gramos de fibra diariamente. Hay personas que pueden añadir más fibra a su dieta por medio de consumir salvado crudo o aumentando la ingesta de frutas y verduras.
La fibra y ciertas enfermedades
El estreñimiento y el cáncer de colon se están convirtiendo en una plaga para el mundo occidental. El consumo de una cantidad generosa de fibra puede eliminar el problema del estreñimiento. Hay que tener en cuenta que si las deposiciones son escasas o duras, el miedo al dolor al defecar provoca un círculo vicioso de estreñimiento, miedo, estreñimiento. Las fisuras anales y las hemorroides son frecuentemente causadas y empeoradas por el estreñimiento, y son problemas de salud que se pueden resolver con facilidad.
Otras enfermedades como el síndrome de intestino irritable y la diverticulitis son problemas comunes que el consumo de fibra puede ayudar a mejorar los síntomas, especialmente en los casos en los que el estreñimiento es un factor clave en el desarrollo de la enfermedad.
Hay personas que se resisten al consumo de fibra debido a que el consumo de esta les provoca una sensación de hinchazón e incomodidad; sin embargo, hay que tener en cuenta que estos síntomas suelen desaparecer tras unas semanas de ingestión de fibra.
Por otra parte, cada vez queda más claro por la ciencia médica que el consumo de fibra baja el nivel de colesterol del cuerpo. Alimentos como la avena, el salvado y las judías son eficaces para disminuir el colesterol de la sangre. Como consecuencia de esto, las enfermedades cardíacas y arteriales mejoran gracias al consumo de fibra.
Otras enfermedades o situaciones que pueden mejorar gracias al consumo de fibra son la obesidad o la hipoglucemia. Si se da una ingestión regular de fibra es menos probable que se produzca una reducción del nivel de azúcar en la sangre. Además, el estreñimiento no sería problema, como lo es en las clásicas dietas de adelgazamiento bajas en carbohidratos y altas en proteínas.
En conclusión, cada vez es más evidente que las comidas rápidas procesadas, que son, eso sí, fáciles de masticar, blandas, con alto contenido en grasas y sal, bajas en fibra, y sabrosas para muchos paladares, son las causantes de un sinfín de enfermedades. Si amamos nuestra salud y la de nuestros hijos tenemos que volver al consumo de alimentos ricos en fibra como el pan y arroz integral, frutas y verduras crudas o cocidas lo menos posible y a los alimentos tal y como la naturaleza nos los proporciona. Sin duda esta alimentación natural e integral contribuye a nuestra salud y es una excelente medicina preventiva para evitar las enfermedades modernas.
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