Tratamientos y Remedios para la Candidiasis (Candida albicans)
Candida albicans o candidiasis y vitaminas y minerales
Las investigaciones han demostrado que las siguientes vitaminas y minerales pueden desempeñar papeles muy particulares en el fortalecimientos frente a la infección por Candida:
La vitamina C, el ácido fólico (B9), el fosfato-5-de piridoxal, la riboflavina, la vitamina A, el zinc, el magnesio y el selenio. Además la suplementación con ácidos grasos esenciales puede resultar beneficiosa, y el ácido pantoténico puede teóricamente reducir los efectos adversos de los aldheídos al incrementar la actividad de la hidrogenasa aldehídica, que es la enzima que la metaboliza. Estos suplementos los mencionamos aquí a título de mera posibilidad ya que el estado individual y sus requerimientos deben ser investigados y evaluados para diseñar un programa personalizado.
Los aceites esenciales contra la Candida albicans
La naturaleza ha dispuesto a nuestro favor la existencia de aceites esenciales en los vegetales. Estas sustancias son principios activos de acción muy potente a pequeñas dosis. Así, los aceites esenciales han gozado siempre de buena reputación como agentes antivirales, antimicóticos y antimicrobianos.
Tradicionalmente uno de los aceites esenciales más recomendados en casos de infecciones por cándida ha sido el aceite de canela presente en la corteza de canela, pero hay más opciones, que vamos a presentar.
Efectivamente la corteza de canela (Cinnamomum cassia) contiene una compleja mezcla de compuestos (aceite, taninos y OPCs) con propiedades antimicóticas y antibacterianas que hacen de esta droga vegetal una opción indiscutible, tal como confirman algunos estudios y ensayos. Además, la corteza de canela tiene acciones beneficiosas sobre la digestión en casos de dispepsia o dolor por frío, y sobre la salud del intestino por lo que potencia los efectos que buscamos al actuar contra la cándida en esta localización y en el resto de mucosas o en la piel. La dosis más adecuada parece ser 7.500 mg de corteza de canela, si se usa como extracto estandarizado (e.e.) 5:1 serían 1.500 mg de e.e.
Así mismo el extracto de hoja de olivo (Olea europaea) parece tener efecto antiinfeccioso sobre cándida, según demuestra un estudio reciente, si bien en este caso los principios activos parecen ser glucósidos. La dosis más adecuada en este caso sería de 1.600 mg, lo que corresponde a 400 mg de un e.e. 4:1.
El extracto de semilla de hinojo (Foeniculum vulgare) también actúa sobre el sistema digestivo aliviando dispepsia, flatulencia, indigestión y se cree que posee así mismo efectos antimicrobianos interesantes. La dosis recomendada sería 800 mg, correspondiéndose con 200 mg de un e.e. 4:1.
Y por último, en cuanto a aceites esenciales, el aceite de cardamomo (distintas especies), que se obtiene del fruto de una planta exótica con reconocidas virtudes sobre el sistema digestivo para los gases, flatulencia y dispepsia, ayudando a hacer mejor la digestión. En este caso se recomiendan 200 mg.
La acción directa sobre las funciones digestivas de las drogas anteriores, supone un beneficio extra al tratar directamente las incomodidades intestinales derivadas de la infección por cándida.
Los probióticos y la Candida albicans
El Lactobacillus acidophilus es el colonizador esencial del intestino delgado, y el Bifidobacterium bifidum es el colonizador esencial del intestino grueso. La bacteria Lactobacillus produce la enzima lactasa, que rompe la molécula de lactosa y crea ácido láctico a partir de los carbohidratos. Se ha demostrado que el Lactobacillus acidophilus inhibe a los microorganismos E. coli, Salmonella y Shigelia, y que por lo tanto ejerce un efecto antibiótico bien definido. También se ha demostrado que inhibe la formación de los micelios de la Candida albicans.
La Bifidobacteria bifidum produce ácido acético y ácido láctico, y compite con los patógenos en la captura de nutrientes y en la ocupación de puntos de implantación de sus colonias. Estas bacterias amigas viven sinérgicamente en nuestro interior y, entre otras acciones benéficas, desintoxican el tracto intestinal y fabrican vitaminas B. Además se comportan como una extensión de nuestros mecanismos de defensa, controlando y matando bacterias patógenas, virus y levaduras. El Lactobacillus acidophilus y la Bifidibacterua bifidum pueden administrarse juntos en forma de polvo, obtenido por congelación y desecación y presentado en cápsulas. Visto el papel que desempeña la lactosa estimulando a la Candida, es obviamente preferible elegir un suplemento alimenticio que lleve una base libre de leche.
El yogurt y la candidiasis
Otras útiles bifidobacterias son pasajeras, por ser variedades no colonizadoras. Su efecto benéfico se debe a la producción de ácido láctico que hace bajar aún más el pH de los intestinos. De particular interés son los Lactobacillus bulgaricus y los Streptococcus thermophilus, que se hayan en el yogurt vivo, que constituye por lo tanto un alimento muy útil, siempre que no concurra una intolerancia a los productos lácteos. Aunque es mejor evitar otros productos lácteos debido a su contenido de lactosa, en el yogurt la lactosa ha sido convertida casi totalmente en ácido láctico pro las bifidobacterias productoras de enzimas, y así las ventajas de su presencia en las dietas compensan usualmente sus posibles desventajas.
La Candida albicans y otros suplementos
- Sistema gastrointestinal: FOS, el uso de fructooligosacáridos es importante pues al mismo tiempo que estimula el crecimiento de bifidobacterias beneficiosas tenemos la opción de endulzar los alimentos sin aportar hidratos de carbono absorbibles. Lactobacilos y bifidobacterias para mantener la flora intestinal beneficiosa. L-glutamina para reinstaurar la permeabilidad intestinal.
- Sistema inmunitario: equinácea, caprílico, coriolus, cobre, selenio, manganeso
- Sistema hepatobiliar: cardo mariano, alcachofa, desmodio, diente de león, azufre
- Suplementación de vitaminas y minerales, suplementación antioxidante
No debemos olvidar el atender a las manifestaciones concretas y así preparar unas recomendaciones terapéuticas adecuadas, por ejemplo, en casos de dolores musculares, estrés, cansancio y valorar todo aquello que pueda estar interviniendo, ya que cualquier disminución de las defensas por la razón que sea puede provocar el aumento de la cándida. El tratamiento de las afecciones por cándida es difícil y requiere paciencia y buen hacer por parte del profesional de la salud, así como conseguir la colaboración de la persona afectada.
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Comentarios
Anónimo replied on
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Anónimo replied on
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Mirian Isabel replied on
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Anónimo replied on
muy acertada
Anónimo replied on
excelente comentario, lo
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