El azúcar (sacarosa) es un hidrato de carbono natural que se obtiene en forma cristalizada a partir de la caña o remolacha azucarera.
El proceso de obtención es bastante largo y complejo, y consiste en esencia en una trituración de la materia prima (la caña o la remolacha), una extracción del jugo con agua caliente a contracorriente, con prensado final de la pulpa, una concentración del líquido filtrable (jarabe) y una cristalización del azúcar contenido en el jarabe previamente concentrado.
Así se obtiene un azúcar muy moreno, que por exigencias comerciales se redisuelve y se somete a unas clarificaciones con carbón activado y a precipitaciones con carbonato de cal hasta lograr unos cristales completamente claros y transparentes que constituyen el azúcar blanco cristalizado que existe corrientemente en el mercado.
Se ha podido comprobar que el azúcar moreno sin clarificar, que se obtiene por cristalización del jarabe de caña, posee unas propiedades dietéticas muy interesantes, superiores a los del azúcar corriente, por contener toda una serie de sustancias minerales y principios activos que, procedentes de la caña de azúcar, han pasado inalterados por el proceso de concentración, ya que ésta se hace a baja temperatura y mediante vacío, y que con el propósito de ofrecer un producto más comercial (más blanco), son eliminados durante las etapas de clarificación y blanqueo.
Este azúcar blanco es prácticamente sacarosa pura, incluyendo el agua de cristalización que puede contener hasta un 5%. Según el Dr. Scolnik en su obra «La mesa del vegetariano», el azúcar industrial (azúcar blanco) es un producto altamente perjudicial para la salud, porque a través de su largo proceso de fabricación y refinación, la sacarosa ha sido aislada; de las demás sustancias que contiene el jugo de la caña, rompiéndose su armonía natural. El resultado es que, aunque el azúcar blanco sea sacarosa pura, es un producto artificial muerto, carente de sales minerales y vitaminas, tan necesarias ambas para el normal crecimiento y desarrollo del hombre y del niño.
Pero lo peor de todo es que cuando se ingiere en cantidad, busca unirse inmediatamente con las sales minerales que le faltan y que encuentra en la sangre, particularmente el calcio, para lo que actúa como un ladrón del calcio del organismo, produciendo graves consecuencias: caries dental, raquitismo, reblandecimiento de los huesos, etc.
El azúcar moreno de caña posee unas 400 Kca1/100 gramos. Su principal componente es la sacarosa, que es un azúcar simple (disacárido) y mucho más digestible que otros tipos de hidratos de carbono complejos (polisacáridos) que como el almidón y las dextrinas, son los principales alimentos hidrocarbonados con los que satisfacemos las necesidades energéticas del organismo.
Sin embargo, el exceso de azúcar puede producir flatulencias, y si va acompañado de grasas y huevos puede resultar muy indigesto. El azúcar moreno de caña es aconsejable utilizarlo en sustitución del azúcar corriente para los enfermos del hígado, así como para la primera infancia y la edad escolar, y en general para los adolescentes y adultos jóvenes. Es recomendable para todas las personas que ejecutan ejercicios físicos penosos o violentos. Posee además una acusada acción pectoral, pudiendo usarse para ablandar el pecho en caso de resfriados fuertes. Se diferencia de otros productos similares existentes en el mercado en que es completamente Integral, es decir, tal cual se extrae de la caña de azúcar, sin haber sido sometido a ningún proceso de purificación, ni total ni parcial.
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