La vitamina D es un grupo de vitaminas lipsolubles derivadas de esteroles siendo las formas principales la D2 (ergocalciferol) y la D3 (colecalciferol).
La principal fuente de la vitamina D2 está en fuentes vegetales y fúngicas, mientras que la fuente principal de la vitamina D3 se deriva de fuentes animales y de una reacción cutánea en la que es fundaménte la la luz ultravioleta. En el organismo, ambas formas de vitaminas necesitan de dos hidroxilaciones para convertirse en una molécula más activa denominada calcitriol (1,25-dihidroxivitamina D).
Fuente principal de la vitamina D
La fuente principal de la vitamina D es la síntesis cutánea mediante la exposición a la luz solar.
Factores que impiden la síntesis cutánea de la Vitamina D
No siempre la vitamina D se sintetiza bien con la exposición al sol. Algunos casos son:
- Una edad avanzada
- La latitud
- Pieles muy pigmentadas
- Baja exposición al sol (típica de trabajadores nocturnos, personas mayores que salen poco de casa)
- Elevada contaminación ambiental
- El uso de cremas solares
Niveles bajos de vitamina D se relacionan con mayor frecuencia de gripes y resfriados
Estudios epidemiológicos han mostrado una deficiencia generalizada de vitamina D durante el invierno, precisamente cuando hay mayor incidencia de gripes y resfriados. Los datos muestran que tanto gripes como resfriados son más frecuentes en invierno cuando la síntesis dérmica de vitamina D se ve disminuida por menor exposición solar. Junto a estos estudios se podido comprobar que la suplementación de vitamina D ayuda en la prevención de gripe y resfriados.
En un estudio con escolares entre 6 y 15 años se observó que la suplementación diaria con 1.200 UI de vitamina D durante el invierno redujo la incidencia de la gripe A estacional. Estos resultados se acompañaron de una menor incidencia de ataques de asma.
Otro estudio mostró que la suplementación con 800 UI diarias de vitamina D disminuyó la incidencia de gripes y resfriados, mientras que dosis de 2.000 UI diarias prácticamente eliminaron la aparición de estas enfermedades.
Vitamina D y sistema inmunológico
Hay evidencias de que bajos niveles de vitamina D se relacionan con un mayor riesgo de infecciones. En un estudio realizado en niños egipcios hubo un 81% de prevalencia de infecciones respiratorias en niños con raquitismo (enfermedad causada por deficiencia de vitamina D) frente a un 58 % en el grupo control.
En otro estudio, la suplementación con vitamina D durante 6 semanas en niños con historia previa de enfermedades respiratorias repetidas provocó una ausencia de infecciones respiratorias en los 6 meses posteriores.
Incluso en pacientes con tuberculosis otro estudio ha demostrado una mayor susceptibilidad hacia esta enfermedad con bajos niveles de vitamina D
Mecanismo de acción de la vitamina D
La vitamina D aumenta la inmunidad innata, favoreciendo la producción de péptidos antimicrobiales (AMP) como la defensina o la catelicidina en monocitos, neutrófilos, células NK y células epiteliales. La catelicidina es una molécula especialmente importante, ya que se trata de un antibiótico de amplio espectro activo frente a bacterias, hongos e infecciones virales respiratorias comunes en gripes y resfriados. Por otra parte, las defensinas tienen efectos inhibitorios en adenovirus y en VIH-1, pudiendo bloquear la infección viral.
Además de todo esto la vitamina D también induce la diferenciación de los macrófagos y mejora su actividad citotóxica al aumentar su capacidad fagocítica.
Dosis de vitamina D recomendadas
Un consumo de hasta 2000 UI de vitamina D se considera seguro. En dosis superiores de estas se recomienda una monitorización de los niveles circundantes de 25(OH)-D, para evitar el riesgo de hipercalcemia. Sin embargo, a pesar de esto, hay más expertos que recomiendas dosis superiores durante períodos prolongados sin que se den problemas de toxicidad orgánica.
Un consumo de 1000 – 2000 UI diarios puede recomendarse para cualquier persona con más de 1 año de edad para reforzar su sistema inmnulógico. En niños menores de un año la dosis recomendada se limitaría a 800 UI.
Precauciones con la vitamina D
Se recomienda no consumir vitamina D en caso de hipercalcemia sin la supervisión de un profesional de la salud.
Además la vitamina A puede antagonizar con la actividad de la vitamina D.
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