Neurastenia - Causas y Síntomas

La palabra neurastenia significa "astenia nerviosa", debilidad del sistema nervioso.

La neurastenia se considera como una psiconeurosis, es decir, como una afección que, como el histerismo, afecta tanto a la esfera psíquica como a la nerviosa.

Pero así como en el histerismo predominan los trastornos psíquicos sobre los neuróticos, en el sentido de que se presentan en un primer plano la emotividad exagerada, la extrema volubilidad del humor, la simulación morbosa, consciente e inconsciente, la manía de mostrar los males propios, imaginarios o simulados a veces, con el motivo de conmover a los demás e impresionar, mediante los trastornos, a los que le rodean (exhibicionismo patológico). En cambio, en la neurastenia prevalecen los trastornos neuróticos, en el sentido de que las diversas alteraciones funcionales que constituyen la neurastenia están realmente presentes en el paciente, el cual sufre vivamente y no simula, aunque en forma inconsciente exagera la gravedad de sus padecimientos por la excesiva preocupación que provoca la propia salud.

La neurastenia es, por lo tanto, una psiconeurosis caracterizada en el aspecto psíquico por numerosos sufrimientos subjetivos; y en el aspecto somático por importantes y diversos trastornos funcionales que se localizan, sobre todo, en el sistema nervioso vegetativo (neurosis) y en el hormonal.

Causas de la neurastenia

Son numerosos los estados patológicos adquiridos que pueden provocar la aparición de la neurastenia:

  • Afecciones largas debilitantes
  • Enfermedades infecciosas, sobre todo (sífilis, tuberculosis, malaria crónica, etc.)
  • Intoxicaciones habituales por alcohol, tabaco, estupefacientes (opio, morfina, etc.)
  • Trastornos prolongados del aparato digestivo: digestiones, trabajosas y a menudo dolorosas, provocadas por afecciones crónicas de los órganos digestivos (estómago: gastritis crónica, úlcera gástrica, etc.)
  • Enfermedades de origen glandular interno: el hipertiroidismo (enfermedad de Basedow); embarazos repetidos y poco separados; lactancias prolongadas, que debilitan y agotan (sobre todo si la mujer no puede nutrirse abundantemente)
  • Abusos prolongados
  • Traumas físicos, sobre todo del cráneo (fuertes contusiones, etc.)
  • Traumas psíquicos, que producen un estado prolongado de tensión afectiva anormal, y de excesivo desgaste psíquico: emociones deprimentes, estados de angustia, terror o preocupación, desilusiones graves (sobre todo de índole amorosa)
  • Desgracias diversas (muerte de un ser querido, accidente grave, ruina financiera imprevista).
  • A todo esto se añadía, dándole mucha importancia, la excesiva fatiga intelectual; pero en la actualidad, casi todos los fisiólogos y neuropsiquiatras niegan que el trabajo mental de por sí, aunque sea prolongado, pueda provocar neurastenia (agotamiento nervioso).

Como vemos, son muchos los estados patológicos adquiridos capaces de provocar neurastenia, pero estas causas actúan únicamente como factores neurastenizantes cuando se presentan en individuos predispuestos a enfermar de neurastenia, por una predisposición constitucional individual, que consiste en una anomalía psiconeurótica congénita, que a veces es también hereditaria (por eso se puede hablar de "familias neurasténicas").

En efecto, en una investigación profunda de los antecedentes patológicos familiares y personales del individuo neurasténico, el médico fácilmente puede encontrar en la genealogía familiar alguna deficiencia psiconeuropática genérica o específica, y en la vida anterior del individuo (infancia, adolescencia) algunas anomalías psíquicas particulares, como volubilidad del humor, emotividad exagerada o paradójica, impresionabilidad y sugestionabilidad anormal, timidez esquiva, etc.

Por lo tanto, resumiendo las causas de la neurastenia, se puede decir:

  1. Que la neurastenia va condicionada no solamente a la incidencia de uno o más de los numerosos estados patológicos adquiridos que hemos citado, sino que también es precisa la existencia previa de un terreno constitucional individual de orden psiconeurótico en forma de taras psico y neuropáticas familiares o personales, sobre las que fácilmente se desarrolla y germina la semilla de la neurastenia.
  2. Que en la causa de la enfermedad se da mucha importancia al factor constitucional, ya que teniendo en cuenta los tiempos que corren todos seríamos verdaderos neurasténicos (como afortunadamente no somos).
  3. Que se distinguen dos formas patogenéticas de neurastenia: a) La neurastenia congénita, constitucional primaria o esencial, cuya causa única o predominante debe buscarse en el sustrato psiconeuropático constitucional en ciertos individuos, en los que parece que existe un estado de hiperexcitabilidad del parasimpático. b) La neurastenia adquirida (más frecuente, aunque menos grave), en la que hay que valorar, sobre un terreno preexistente de constitución psiconeurótica hereditaria, la existencia de una o más causas patológicas que hemos mencionado.

Síntomas de la neurastenia

La sintomatología de la neurastenia es muy variada y compleja, porque se compone de un buen número de síntomas de orden psíquico, neurológico y visceral neurótico, con la consiguiente afectación del estado general al cabo de cierto tiempo.

Entre los trastornos de orden psíquico recordaremos:

  • El agotamiento intelectual (que suele ser más acentuado por la mañana que por la tarde), no se soportan los esfuerzos intelectuales prolongados o muy intensos;
  • Fallo de la memoria, incluso para cosas recientes o de gran importancia
  • La dificultad en mantener la atención
  • La impresionabilidad excesiva del carácter
  • El mal humor permanente (ácido, irritable y melancólico);
  • La persecución de ideas fijas de carácter obsesivo y de tonalidad pesimista (en muchas ocasiones se refieren al propio estado de salud)
  • La existencia de fobias

Alteraciones motoras. Ligeros temblores de las manos (escritura temblorosa), de la lengua (pronunciación poco clara), de los párpados; alteraciones de la sensibilidad: dolores de cabeza continuos o casi continuos; dolores en la columna vertebral y en los músculos, sobre todo de las extremidades inferiores; el paciente en estas condiciones se cansa fácilmente al caminar o incluso estando de pie.

Sensación de vértigos, moscas volantes, zumbidos y ruidos, pruritos, hormigueos, entorpecimiento o adormecimiento de una pierna o de un brazo (que provoca gran preocupación al paciente que lo considera como una parálisis incipiente); trastorno de los reflejos, que son más vivos de lo normal en las neurastenias constitucionales; trastornos de la sexualidad (el hombre se puede volver impotente) en la llamada neurastenia sexual.

Los trastornos de orden neurótico visceral son los más variados, y pueden localizarse en el corazón (palpitaciones cardíacas, etc.), en los vasos sanguíneos (palidez o enrojecimiento repentinos del rostro); en los órganos digestivos (apetito escaso, náusea, etc.); en los órganos urinarios (necesidad frecuente de orinar; en el aparato respiratorio (sofocos, con sensación de falta de aire), etc.

Debido a todos estos trastornos psiconeurológicos y viscerales neurológicos, es lógico que el estado general del paciente acabe resintiéndose (adelgazamiento, anemia, agotamiento de las fuerzas físicas, descenso de la presión sanguínea), tanto más cuando el neurasténico se nutre poco, digiere mal, no se beneficia del sueño, ya que casi siempre padece gran insomnio. Este estado lo puede llevar a un estado depresivo y pesimista.

Algunos remedios naturales para la neurastenia

  • Suprimir totalmente los alimentos y bebidas más tóxicas (café, alcohol y tabaco).
  • La distracción mental y practicar sesiones de relajación.
  • Vestir con ropa de algodón y holgada.
  • No interrumpir la digestión, sino descansar después de la comida principal
  • Para nutrir el sistema nervioso se recomienda comer  nueces así como ingerir semillas de girasol en el desayuno o merienda, y ajonjolí en las comidas. Además el aceite de sésamo es un buen nutriente para el sistema nervioso.
  •  Hidroterapia: Frotaciones de agua fría en brazos y piernas después de frotar el cuerpo hasta hacerlo entrar en calor.
  • Se pueden tomar los siguientes tés: flor de azahar, tila, diente de león,  menta, manzanilla, romero, salvia.
  • Tomar baños de sol.
  • Tomar baños cortos de agua fría.
  • Hacer ejercicio 

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Comentarios

Me da por dormir mucho me despierto aun con sueño puedo dormir hasta mas d 12 hrs... hay ocasiones q me da sueño durant el día...q podría significar eso...

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