Sal del Himalaya, Sal común, Marina, Yodada

La sal de mesa corriente (cloruro sódico) se ha convertido en un peligro para la salud de muchas personas, especialmente por las elevadas dosis que se emplea en los alimentos que tomamos.

Se considera que nuestras necesidades quedan cubiertas con solo 1,5 g. por día. Sin embargo, el consumo de sal que se ingiere es del orden de 8 a 15 gramos diarios.

La digestión de la sal

La sal al ser absorbida por el estómago, pasa al torrente circulatorio, disociándose en cloro y sodio y comienza a ejercer su influencia por separado. Mientras que el cloro se combina rápidamente y resulta inocuo, por entrar a formar parte del ácido clorhídrico del estómago, el sodio, sobre todo en dosis excesivas, una vez satisfechas las necesidades del organismo, comienza a ejercer influencias nocivas en el organismo.

La sal y la retención de líquidos

Se sabe que el sodio y el agua son compañeros inseparables, de forma que donde hay un exceso de sodio se produce una retención de agua y se forma un edema. Si empezamos a limitar la cantidad de sodio que se toma el edema o exceso de agua empieza a ser eliminado. De modo que teniendo en cuenta este dato si limitamos la ingesta de sodio se puede ejercer una influencia beneficiosa en el organismo para un buen número de enfermedades o patologías como son la congestión cardíaca, la cirrosis hepática, la hipertensión, toxemias de la gestación y trastornos renales.

Sabemos que el ion sodio tiene mucha importancia en temas dietéticos, pero no ocurre lo mismo con el ion cloro; y como el sodio no siempre se encuentra combinado con el cloruro, sin que se puede encontrar en otras sales, conviene procurar y hablar siempre de “dieta baja en sodio” y no de dieta sin sal, pues dicha sal exenta de sodio puede servir para observar una dieta pobre en sodio, ya que está compuesta fundamentalmente por sales de potasio.

La sal es necesaria para la salud

En realidad aunque la sal (cloruro sódico) puede ser nociva (si se toma en exceso) y en algunos casos se debe eliminarla de la dieta, no es posible ni práctico seguir una alimentación libre de sodio, pues los tejidos orgánicos deben conservar un equilibrio fisiológico entre cloro y sodio, componentes de las sales, e incluso entre estos y otros iones (potasio, calcio, etc.) Ambos elementos no sólo se eliminan por la transpiración y la orina y deben ser repuestos, sino que sirven para la conservación a su vez del equilibrio entre ácidos y bases del organismo (acidosis o alcalosis).

Alimentos pobres en sal

En algunos casos excepcionales no bastará con suprimir la sal común al preparar las comidas, ya que algunos alimentos también contiene sal natural de por sí mismos. De modo que habría que tener cuidado con ciertos alimentos o suprimirlos por completo.

Entre los alimentos pobres en sal están: los zumos de frutas, la fruta fresca y seca (excepto los plátanos), hortalizas frescas y ensaladas (excepto espinacas y apio), aceites, miel, mermelada, pan exento de sal, harinas integrales y derivados sin sal, arroz, copos de cereales, yogur, leche entera, yema de huevo (clara no), nata, cebolla y plantas para condimentar o para infusiones.

La sal marina: Propiedades y Beneficios

El agua de mar contiene una abundante proporción de sales minerales, correspondiendo su composición casi exactamente a la de las sales contenidas en los tejidos del organismo. La sal marina que se obtiene por evaporación del agua del mar contiene todas estas sales minerales en forma concentrada.

Cambiando el uso de la sal común por la sal marina se obtiene un suministro equilibrados de sales minerales en el organismo, que al mismo tiempo sirve para reducir la ingestión de cloruro sódico.

Entre las propiedades de la sal marina está su riqueza en minerales y oligoelementos y particularmente en yodo, necesario para el normal funcionamiento de la glándula tiroides, la cual controla el metabolismo, y cuya deficiencia puede provocar la aparición del bocio.

Por otra parte, debido a su sabor más intenso por su concentración más abundante de minerales, la sal marina puede utilizarse en menor cantidad que la sal común. Sin embargo, la sal marina sólo sería apta para las dietas de bajo contenido en sodio, y no para un régimen exenta de sodio.

La sal marina y los deportistas
Otra de las utilidades de la sal marina está en su consumo por parte de los deportistas. Si debido al ejercicio y al calor hay un exceso de transpiración y una eliminación de cloruro sódico, se puede producir un desequilibrio salino en el organismo con los consiguientes calambres que esto puede provocar. El tomar una dosis adicional de sal marina puede ayudaren estos casos para no perder ese equilibrio.

La sal yodada

La sal yodada es una sal de mesa caracterizada pro la adición de unos 60 miligramos de yodo por kilogramo de sal. Esta sal especial deja de ser un condimento para convertirse en un complemento dietético de gran utilidad en la prevención del bocio o del hipotiroidismo, especialmente en poblaciones deficitarias en el aporte de yodo en la dieta por falta de variedad en la alimentación o personas sometidas a regímenes restrictivos.

No podemos dejar de mencionar que en estos casos deficitarios de yodo, las algas marinas son una rica fuente de este mineral.

La sal del Himalaya: Propiedades

Otro tipo de sal que cada día está tomando más auge es la sal del Himalaya. Esta sal sacada a más de 3000 metros de altura en las montañas del Himalaya se destaca de todas las demás por ser la sal más pura de la tierra libre de todo tipo de contaminación y toxinas.

De una composición muy similar a la sal marina, pero sin su posible contaminación, la sal del Himalaya contiene los 84 elementos naturales que el organismo posee. Recordemos que estos son los mismos que encontramos en el agua de mar. De hecho nuestros líquidos corporales o plasma es agua de mar pero con la isotonía adecuada para nuestras funciones. Además se ha comprobado que la sal del Himalaya no solo sirve de condimento, sino de medicamento, pues posee múltiples beneficios (regula el equilibro de agua en el cuerpo, previene los calambres y la osteoporosis, limpia de moco y flemas los senos nasales y pulmones, etc.).

Debido a esta cantidad equilibrada de minerales y oligoelementos que posee también es necesario usar una menor cantidad que la sal común y es más apropiada para los regímenes de bajo contenido en sodio que la sal marina.
 

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