Los desequilibrios en el metabolismo de la glucosa son cada vez más frecuentes por las dietas ricas en azúcares y grasas y por el mayor grado de sedentarismo de la población. En muchos casos una disglucemia (alteración de los niveles normales de azúcar en sangre) continuada en el tiempo puede ocasionar problemas de resistencia a insulina y degenerar en diabetes de tipo II y/o Síndrome X. El Síndrome X es el término utilizado para un grupo de síntomas cuya causa subyacente se considera que es la resistencia a la insulina.
El síndrome X se caracteriza por la presencia de dos o más de los siguientes seis síntomas:
Obesidad
Intolerancia a la glucosa
Hiperinsulinemia
Triglicéridos elevados
Bajos niveles de lipoproteínas de alta densidad (HDL)
Presión sanguínea elevada
El síndrome X ocasiona una pérdida gradual de la sensibilidad a insulina por parte de los receptores de insulina, disminuyendo la capacidad de trasporte de glucosa hacia el interior de las células para utilizarla como energía.
Disglicemia y Resistencia a Insulina: 2 factores de primer orden para el aumento de peso
Estos dos síntomas tan relacionados entre sí y con el síndrome X, aparte de predisponer al organismo a la diabetes de tipo II y a enfermedades cardiovasculares, también pueden ser un factor de primer orden en el incremento de peso. En ambos casos, generan un desequilibrio en los niveles de azúcar y/o insulina que hacen que el organismo desarrolle una avidez por alimentos dulces y por hidratos de carbono simples cuando los niveles de glucosa sanguíneos son insuficientes. Estos tipos de alimentos consiguen elevar de forma rápida la glucosa en sangre y se ven acompañados de un gran pico de insulina para permitir que esta glucosa entre en las células, pero implica:
- El pico elevado de insulina hace que haya una excesiva captación de glucosa por las células corporales, lo que puede, de forma paradójica, desembocar en unos niveles de glucosa más bajos de lo normal (hipoglucemia). Esto conlleva a un aumento del apetito para revertir esta situación, especialmente centrada en alimentos ricos en azúcares e hidratos de carbono simples que volverán a repetir el ciclo.
- Como el cuerpo no sabe qué hacer con esta gran cantidad de glucosa, la mayor parte de ella se destina a los adipositos, dónde se almacena en forma de grasa.
Nutrientes básicos para mejorar la regulación de los niveles de azúcar y la pérdida de peso
Junto con una dieta en la que se eliminen los azúcares y los hidratos de carbono simples y en la que se aumente el consumo de proteínas, de hidratos de carbono complejos y de fibra hay ciertos nutrientes que pueden ser un apoyo muy importante.
Canela
Esta especia ha demostrado reducir los niveles de azúcar, colesterol y triglicéridos en diabetes II. Estos efectos se deben a la mejora de la respuesta de los receptores de la insulina y se mantienen hasta 20 días después de tomarla. También disminuye la velocidad de vaciado gástrico, lo que genera un menor incremento de los niveles de azúcar después de comer. Esto ayuda a que los niveles de glucosa sean sostenidos en el tiempo y a que se controle mejor el hambre en programas de pérdida de peso. Para obtener una dosis relevante de canela, es necesario utilizar un extracto estandarizado equivalente a 2.000 mg de corteza de canela.
Cromo GTF
Es el nutriente para el control del azúcar más conocido, con amplia tradición de uso en el control de los antojos por dulces. El cromo GTF mejora la respuesta celular a la insulina ayudando a disminuir los niveles de azúcar circulantes. Muchas personas tienen disminuida su capacidad corporal de sintetizar GTF y cierta dietas pueden aportar poco cromo debido al procesamiento de los alimentos y los métodos agrícolas modernos. El nivel típicamente utilizado es de 200 ug de cromo GTF.
Acido Alfa Lipoico
Antioxidante ideal, activo tanto en los ambientes acuosos como lipídicos y capaz de regenerar otros antioxidantes como las vitaminas C y E. El efecto antioxidante mejora la respuesta a insulina, incrementando la presencia de trasportadores de glucosa en las membranas celulares que, aparte de prevenir frente a problemas de salud asociados con la diabetes, ayuda a reforzar la acción de la canela y del cromo GTF. La dosis recomendada en este caso sería de 150 mg diarios.
Magnesio
De manera similar, unos niveles saludables de magnesio se relacionan con una mayor sensibilidad a la insulina. Además, el magnesio es un componente de varias enzimas involucradas en la descomposición de la glucosa y actúa como mensajero secundario para la actividad de la insulina a nivel de la membrana celular. El nivel recomendado sería de 300 mg diarios.
Otros nutrientes que también han mostrado ayudar a mejorar la utilización de la glucosa son: zinc, vitamina C y las vitaminas B1, B3 y B6.
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